¿Por qué no hay que envolver las maletas con plástico?
Hacer de las maletas un capullo de plástico no es nada favorable para el medio ambiente.
POR: Paola Gerez Levy
Cada día, aproximadamente 100 mil aviones cruzan los cielos de la Tierra. No importa si es un vuelo local de media hora o uno transatlántico de 13, millones de viajeros se desplazan por aire y llevan consigo sus pertenencias. Sin embargo, cada vez que dejamos nuestro equipaje en el mostrador de la aerolínea existe el riesgo de no recuperarlo tal como lo entregamos. Hablamos de maletas dañadas, manchadas o incluso abiertas.
Para proteger las maletas contra todo tipo de adversidades –desde lluvia hasta robo de pertenencias–, desde hace varios años hay en varios aeropuertos la posibilidad de envolverlas en plástico. No es raro encontrar pequeños quioscos donde uno coloca el equipaje sobre una plataforma giratoria en la que se rodea de capas y capas de una delgada película transparente, azul o verde. La mala noticia es que este material no es reciclable y tarda cientos de años en desintegrarse.
Con esto en mente, presentamos algunas alternativas para proteger el equipaje sin terminar con una bola de plástico en las manos.
Colocarle un candado
El argumento más común de quienes acostumbran envolver su maleta es que esta medida evita que se pierdan los objetos que hay en su interior. Sin embargo, esto también se logra con un simple candado. Existen desde cerrojos más o menos sencillos, hasta aparatos complejos que se desbloquean con la huella digital.
Estamparla con una leyenda de “frágil”
Las múltiples capas de plástico amortiguan los eventuales golpes que pueda recibir la maleta durante el viaje. Una recomendación para que el equipaje llegue lo más intacto posible al destino es solicitar una etiqueta o estampa de FRÁGIL a la hora de documentarla. Con esto, el personal de las aerolíneas será más cuidadoso con su manipulación.
Asegurarla con una cinta de tela
Otra razón común de los usuarios del servicio de plastificación es que existe la posibilidad de que se abra el cierre y se vacíe el contenido. Para esto, una solución sencilla es comprar una cinta que permita apretar la maleta para que no se pueda abrir (sin que se desee).
Cubrirla con protectores contra agua
Una ventaja de la envoltura plástica es que mantiene la maleta seca en todo momento. Las piezas de equipaje pasan más tiempo a la intemperie del que pensamos, por lo que puede suceder que en ocasiones nuestro equipaje se moje o se caliente. Contra esto existen protectores impermeables que se colocan alrededor. Además de protegerla del agua, ayudan a que no se ensucie o se raye.
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