5 consejos que mejorarán tu experiencia de hospedaje en un Airbnb
Airbnb ha cambiado las reglas del juego de la hostelería y los viajes. Si nunca te has hospedado en uno, estas son las reglas no escritas a considerar.
POR: Alejandro Mancilla
Airbnb: este nuevo orden del hospedaje ha cambiado las reglas del juego en el mundo de los viajes. Si optas por este concepto, olvídate del room service. No significa que el tradicional concepto de hotelería esté en peligro (“La hostelería no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, diría cierto genio si hubiera pertenecido a esta industria), pero sí indica que los tiempos actuales han traído consigo otras alternativas que ya forman parte de nuestras opciones a la hora de buscar un alojamiento.
Efectivamente, con las nuevas costumbres y la evolución, también llegan las consabidas nuevas reglas. Por ello, recopilamos algunos de los mandamientos que debes tomar en cuenta a la hora de optar por Airbnb para hospedarte en tus vacaciones o viaje de cualquier tipo.
Nunca negocies fuera de la aplicación (por más tentador que parezca)
Suele pasar que piensas que te conviene —por algún probable descuento o por evitar el cargo de Airbnb— arreglar tu estancia contactando al anfitrión sin la app de por medio (digamos, por Instagram). Sí, se vale que pienses en tu economía, pero también debes saber que además de que estás estafando y afectando la operación de la compañía, pones en riesgo tu dinero y tus vacaciones. Y es que ya hay varios casos detectados de usurpadores que negocian —y cobran— fuera del entorno de Airbnb y que te pueden robar. El querer ahorrarte la comisión de la app es un atajo que te puede resultar muy caro.
Conoce las reglas particulares de cada lugar
Cada casa es un mundo y el anfitrión suele dejar las reglas bien claras desde que aplicas para quedarte en su espacio. Una vez instalado, te dice cómo funcionan las cosas con amigables recordatorios pegados en la puerta del cuarto, o a veces simplemente con un mensaje de WhatsApp con el manual de huésped incluido. Claro, estas reglas no deben ser draconianas (a menos que por error hayas acabado hospedado en la mansión de Kim Jong-un en Corea del Norte) o el mismo hospedador sabrá que no las respetarás y te las pasarás por el Arco del Triunfo. Sí, la regla aplica para ambos: de tu parte, respetar los estatutos de cada lugar y por el lado del anfitrión, no exagerar en imponer reglas.
¿Fiestas? Sólo con autorización
A partir de 2020, nuevas reglas comenzaron a estar vigentes dentro de las políticas de la aplicación, entre ellas, la prohibición de celebrar fiestas no autorizadas por parte de los huéspedes. Y que las cosas se estaban saliendo de control: exceso de ruido, daños a las propiedades y hasta casos de decesos en algunas fiestas clandestinas realizadas en casas de Airbnb, sin el consentimiento del anfitrión. Por ello, otra regla tácita es que no se te ocurra armar una fiesta o reunión de “invitación abierta” si tu anfitrión no lo sabe.
Usa el sentido común en la seguridad y detalles
Cuando te hospedas en una casa o departamento Airbnb (siempre cuando no sea un hotel que aplique en la modalidad) literalmente te están confiando las llaves de un hogar privado. Por ello, debes respetar las reglas básicas de seguridad que tu sentido común dicte. Por ejemplo, cerrar las puertas al salir como si de tu casa se tratase, no dejar abiertas las llaves de la regadera y por supuesto, vigilar que cuando salgas los seguros de las ventanas estén obstruidos; tampoco no dejar peligros latentes como velas encendidas (el ritual para que tu ex vuelva contigo, puede esperar), un vaso con agua junto a la computadora o saturar las conexiones eléctricas. Sí, también debes dejar de alimentar al perro de la casa si te lo pide el anfitrión y no dejar entrar a desconocidos (ni mucho menos hacer tratos o compras ilícitas en las instalaciones). Algunos anfitriones han denunciado que les han dejado drogas e incluso armas olvidadas bajo el colchón. No seas así, llévate tus cosas cuando dejes una habitación, porque la violación de estas normas de educación elemental, podría hacer que te denuncien en la app o que una evaluación negativa te comience a crear una mala reputación.
Repite con nosotros: “no estoy en un hotel, no estoy en un hotel, no estoy un hotel”
Una regla básica, es que debes mentalizarte que no eres el huésped de un hotel o un hostal, y que el anfitrión no cumple con el papel de gerente de un resort ni nada por el estilo. Recuerda que estás compartiendo espacio u ocupando un lugar en la casa de alguien más, por lo que dejar tu ropa interior tirada, la cama sin tender, arrastrar un mueble o apagar el aire acondicionado que hace ruido porque entrar a una junta de Zoom, no es algo que debas hacer sin permiso porque no estás en tu casa (“ni estoy en un hotel”, repite una vez más con nosotros). Tampoco se vale que vacíes el refri, respeta los alimentos asignados y también de preferencia, avisa de tus horarios de salida y llegada para no sorprender a tu huésped si llegas de madrugada o con algunas visitas (recuerda, no fiestas sin previo consentimiento). Y que ni se te ocurra dejar una propina al final, un detalle como un postre o una nota amable de agradecimiento sí se valen, además de una buena review en la app.
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