Al hacer un viaje siempre buscamos aprovechar el tiempo al máximo. Ya sea si salimos del país o si nos embarcamos en algún destino nacional, en todas las ocasiones hay cosas que hacer y ver y muy pocos minutos para lograrlo. Siempre hay una exposición imperdible, un jardín botánico o un restaurante icónico que nos interese conocer. Quizá por eso sobra decir que lo que menos queremos durante nuestra estancia en un destino es perder las horas en una interminable llamada al banco porque la tarjeta no pasó.
Hay ciertos detalles que, aunque puedan parecer sin importancia, hacen la diferencia entre las vacaciones perfectas y las que terminan siendo un desastre. Hablamos de una lista de actividades que, si bien pueden parecer obvias, con la emoción del viaje pueden ser olvidadas. Es por ello que hicimos una guía práctica para evitar cualquier contratiempo y estar preparado para todo.
Para evitar el Jetlag
Adaptarse al horario de un nuevo lugar puede ser todo un reto, por eso un estudio publicado por Sleep Medicine Clinics sugirió que hay que resetear el ciclo circadiano, que no es otra cosa que el reloj biológico que determina nuestros horarios desde que despertamos hasta que dormimos.
Este ciclo se regula principalmente con la luz que entra por los ojos. Por eso lo ideal es volar de noche para dormir durante el vuelo y, una vez en el destino, salir a caminar o mantenerse en lugares iluminados durante el día para evitar el sueño. Otros métodos son: cambiar los hábitos alimenticios unos días antes de partir, evitar la cafeína en el trayecto y mantenerse hidratado.
Para estar siempre conectado
Aunque la mayoría de los hoteles tienen acceso a internet nunca esta de más localizar alguna cafetería, biblioteca o parques que cuenten con wi-fi libre. Una recomendación es usar la aplicación Foursquare para encontrar este tipo de sitios.
Si durante el viaje hay largos periodos en la carretera en los que la conexión es muy inconstante, lo mejor es usar Google Maps para descargar (antes de partir) las rutas del lugar al que se va, así las posibilidades de perderse en un país desconocido se reducirán de forma significativa.
Para no tener problemas con el dinero
Quedarse con la tarjeta bloqueada y sin efectivo en un país extraño arruinaría cualquier viaje, por eso lo más recomendable es cambiar cierta cantidad de efectivo en el aeropuerto, separar este dinero en porciones y guardarlas en lugares diferentes para siempre tener un respaldo.
En cuanto a las tarjetas, hablar al banco para avisar del viaje evitará que las bloqueen. Además, es importante saber si hay comisiones especiales por cargos en el extranjero o por sacar dinero de un ATM de otro banco. A la hora de hacer esto último siempre es importante que al llegar al destino se localice un cajero (compatible con la tarjeta del país originario) cerca del hotel.
Para resolver un problema de salud
A la hora de llegar a un nuevo destino, una de las primeras cosas que hay que hacer es ubicar una farmacia ya que nunca se sabe cuándo puede surgir una emergencia. Además, varios de estos son 24/7 y venden algunas bebidas y alimentos por lo que también puede ser útil.
Por otro lado, muchas personas prefieren viajar con un pequeño botiquín o necesitan llevar algún medicamento de prescripción. Para estas situaciones siempre es conveniente revisar si hay algunas sustancias que son prohibidas en el país (Japón y los Emiratos Árabes son de los países con más restricciones) o si hay algún permiso o receta de un doctor necesario.
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