Las auroras boreales crean una visión casi mágica y se interpretan de diferentes formas. Por ejemplo, en Finlandia el pueblo sami cree que estas luces son producto del movimiento de la cola de un zorro al chocar con la nieve; para los esquimales de Groenlandia son más bien las almas de los muertos que suben al cielo.
Lo cierto es que estas luces han generado una relación estrecha con los países ubicados en el Círculo Polar Ártico, región donde las posibilidades de ver esta escena de la naturaleza son mayores. Por esta razón, cada año personas de todo el mundo viajan a Noruega, Finlandia, Suecia, Canadá o Alaska con la intención de ver el cielo iluminarse de colores.
Es conocido que para ver las auroras boreales la mejor temporada es entre el otoño y la primavera, ya que es cuando los días son más cortos y oscuros en el hemisferio norte. Y aunque hay formas de mejorar las probabilidades, no hay manera de asegurar que se verán estas líneas de colores en el cielo nocturno.
Ventajas de ver auroras boreales desde el avión
Ver estos resplandores desde la ventanilla de un avión es una experiencia que, sin duda, vale la pena vivir. Además, sus características (como el doble cristal) eliminan factores que dificultan observarlas desde tierra firme; con una buena logística y un poco de suerte puede ser más fácil captar este espectáculo desde las alturas.
Los aviones suelen volar por encima de las nubes y las luces de la ciudad, así que ni un día nublado ni la contaminación lumínica serán problema. Con esto solucionado, lo único que queda es revisar las predicciones meteorológicas locales, asegurarse de tomar un vuelo nocturno (ya que las auroras boreales no son visibles durante el día) y esperar que la suerte esté de nuestro lado.
Ver para creer
El espectáculo desde la alturas es indescriptible. Por suerte, en 2018 el piloto de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos Ross Franquemont documentó su experiencia al volar entre las auroras boreales.
En otra ocasión, el fotógrafo Aryeh Nirenberg logró hacer esta grabación durante el vuelo de Nueva York a Reikiavik en la noche del 31 de diciembre de 2016.
Por último, les dejamos este timelapse creado por el fotógrafo y cineasta Nathan Starzynsk, quien durante un vuelo de Alberta a Winnipeg logró capturar estas sorprendentes imágenes que nos invitan a viajar en busca de auroras boreales.
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