Piñatas florales y monumentales adornan el Paseo de la Reforma

Durante la época navideña cada país tiene sus propias tradiciones. Por ejemplo, en algunas naciones de Europa llegan los pintorescos mercados de Navidad, mientras en el norte la nieve juega un papel fundamental para pasar las fiestas. En México, una de las tradiciones más importantes de diciembre son las piñatas. Recientemente, estas coloridas ollas de barro, que adoptan distintas formas, llamaron la atención de El Festival de Flores y Jardines (FYJA) que en honor a esta costumbre ha montado una muestra imperdible frente la Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México.

Se trata de una exposición anual de piñatas, pero no como las conocemos comúnmente; no son ni de barro, ni de periódico, ni están decoradas con papel maché. ¡Son piñatas florales! cuya estructura tradicional de siete picos contiene un alma metálica cubierta por toda clase de plantas y flores, con diferentes tamaños y texturas. Son 13 obras de arte vivo y las realizaron más de 40 artesanos que trabajan en distintos lugares dela República. 

Las piñatas están repartidas a lo largo de un recorrido que empieza dentro del Jardín Botánico del Bosque de Chapultepec, luego continúa sobre el camellón de Paseo de la Reforma hacia el Museo Nacional de Antropología y termina frente al Museo Tamayo; en este recinto hay una serie de instalaciones artísticas hechas de flores y plantas. El recorrido sobre Reforma puede hacerse todos los días, pero la sección dentro del Jardín Botánico abre de martes a domingo en un horario de 10 a 18 horas.

Además de celebrar la tradición mexicana de las piñatas, el FYJA busca generar una atmósfera urbana que sea  amigable con el medio ambiente. La organización encargada de lograra esto se llama Plantando con causa  y dentro de su objetivo está el crear  conciencia en los visitantes acerca de los problemas de contaminación que enfrenta la CDMX.

Las piñatas en México

Se cree que esta tradición decembrina tiene su origen desde los aztecas. Durante ciertas ceremonias, esta cultura prehispánica solía romper figuras de barro rellenas de plumas, piedras preciosas y demás objetos valiosos. Con la colonización, se cambió su significado, y ahora sus siete picos simbolizan los pecados capitales, el palo representa la fuerza para vencer al mal y los ojos vendados hacen alusión a la fe en Dios.

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