Esta librería de Londres prohibe los celulares (y quiere que todos sigan el ejemplo)

Este espacio se trata de dejar la tecnología a un lado y regresar a las páginas de papel.

24 Sep 2019
Librería que prohíbe celulares

La lectura siempre ha sido nuestra fiel compañera durante los viajes, no sólo por todos los libros que nos acompañan en el camino sino por todas las librerías que podemos conocer cuando vamos a un país nuevo. Sin embargo, en los últimos tiempos estos espacios (que hablan tanto de la cultura de un sitio) se han visto amenazados porque en estos momentos la atención de los humanos está puesta en un dispositivo móvil.

Afortunadamente en el mundo hay algunas opciones que quieren contrarrestar esta nueva realidad. Tal es el caso de Libreria; un espacio repleto de letras –de piso a techo– que está ubicado en el oriente de Londres, en el número 65 de Hanbury St para ser precisos. Por fuera este recinto luce pequeño y cálido, pero las apariencias engañan, pues este sitio puede complacer a cualquier entusiasta de la literatura.

Librería que prohíbe celulares

¿Cómo conseguir el libro indicado?

Libreria favorece la comunicación directa y rechaza tajantemente las aplicaciones que recomiendan  obras con respecto a nuestra última lectura. Al entrar los clientes deben decir adiós a sus celulares y buscar sus obras como se ha hecho siempre, quizá leyendo la primera página de una novela o preguntándole al que está al lado.

También, con el fin de crear una mayor interacción entre personas y los libros físicos, las secciones no son las convencionales. En esta librería han dividido las partes en: “la ciudad”, “encanto para desencantados”, “el cielo y la arena” o “familia”. De este modo, podamos encontrar libros que ordinariamente nunca hubiéramos hallado.

Librería que prohíbe celulares

Un diseño particular

El espacio fue diseñado por Selgascano. Este grupo de arquitectos españoles han participado en trienales como la de Brujas y en toda Europa con instalaciones contemporáneas. Para el proyecto de Libreria, la inspiración fue La biblioteca de Babel (1941), el cuento de Borges que se desarrolla dentro de una casa de libros infinita.

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