Leonardo da Vinci y sus pinturas son todo un misterio. Desde hace siglos el personaje ha estado rodeado por una serie de mitos, tanto biográficos como creativos, que han cautivado a toda clase de expertos en el tema. En torno a él han nacido una serie de teorías conspirativas que todavía siguen sin comprobarse; hay, por ejemplo, quienes aseguran que la Gioconda es un autorretrato o quienes sospechan que el genio participó en el diseño del Castillo de Chambord.
A propósito de esto, a finales del año pasado este grande del arte renacentista volvió a estar en boca de todos cuando una de sus piezas se convirtió en la obra de arte más cara de la historia. Un dibujo que se vendió en la casa de subastas Christie´s en Nueva York, a Louvre Abu Dabi por 450 millones de dólares.
Su nombre es Salvator Mundi, se pintó en el año 1500 y formó parte de la colección del Rey Carlos I de Inglaterra; y aunque muchos consideraban esta pieza perdida, resurgió misteriosamente en el año 2005 cuando unas personas la compraron y la llevaron a restaurar. Fue en este instante que un grupo expertos la analizaron y tras muchos estudios pensaron en la posibilidad de tener en sus manos un da Vinci original, por lo que llevaron la obra a la Galería Nacional en Londres y fue allí donde se determinó su autenticidad.
La controversia de la autoría de la obra más cara de la historia
Estos expertos se guiaron por diversos detalles que aparecen en el óleo, como la esfera transparente que el Cristo sostiene en la mano izquierda, un símbolo que representa la obsesión del artista con la luz y la óptica. También notaron que la mano derecha del personaje central está bendiciendo y apuntando al cielo; una característica que aparece en otras piezas de da Vinci. Estos dos detalles, además de correcciones encontradas, la técnica de esfumato y la forma en la que se hizo el boceto sobre el lienzo fueron los aspectos que determinaron la originalidad de la obra.
Sin embargo, no todos en la comunidad artística coinciden con este veredicto, hay quienes afirman que la obra fue hecha por uno de los aprendices del artista y debido a la gran controversia que ha generado la autoría y procedencia de la pintura, el museo ha decidido posponer indefinidamente la exhibición de la obra.
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