Isaac Hernández es el bailarín mexicano que está conquistando escenarios alrededor del mundo. Originario de Guadalajara, hoy es bailarín principal del English National Ballet, y colabora con otras compañías. Esto ha hecho que los viajes por el mundo sean elementos cotidianos de su vida. Isaac platicó con Travesías sobre sus aventuras como trotamundos.
¿En tu vida cotidiana en la danza, cuántas veces al año viajas?
No tengo idea, pero por lo menos 50 veces. Son muchos viajes de un día, de “voy y vengo”. La agenda de la compañía es complicada, hacemos más de 200 funciones al año, y a parte yo trabajo para compañías como la Ópera de París, en Roma y en Rusia, entonces tengo una agenda muy complicada.
¿Qué es lo que nunca puede faltar en tu equipaje?
Depende de a dónde vaya, pero siempre trato de llevar palos de golf. Además de lo básico de uso personal, llevo un ajedrez. Me encanta jugar.
¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?
Está complicado. Me ha tocado ver una infinidad de cosas que me han encantado. Fiji es extarodinario –para vivir no, para verlo–, pero me encanta la reserva de Sian Ka’an. Es uno de los lugares más especiales que he visto en mi vida. De hecho, voy una vez al año.
¿Cuál es el escenario en el que más te ha gustado presentarte?
La Ópera de París, la Ópera de Bastille y el Auditorio Nacional porque no hay un escenario igual en ninguna parte del mundo. El Auditorio Telmex de Guadalajara también me encantó porque sientes al público muy cerca de ti, y eso es algo muy especial.
¿Qué es lo más difícil de tener un trabajo como el tuyo, en el que viajas tanto?
Intentar encontrar la normalidad en tu vida, encontrar una rutina. Pero he tenido mucha suerte y siempre he encontrado buenos amigos para complementar mi vida con tantos viajes. Sin embargo, a fin de cuentas empiezas a pensar que el mundo es tu ciudad, es tu normalidad. Así como hoy estoy aquí, mañana voy a desayunar con amigos en Londres, y muchas veces me ha pasado que he desayunado en París, comido en China y cenado en otra parte. Es extraordinario a lo que podemos aspirar hoy en día.
¿Cuál es tu gastronomía favorita?
La japonesa. Tengo suerte porque paso tres semanas cada dos años en Japón, en verano, y puedo salir a comer y a conocer. Me gusta también la cocina mexicana. Martha Ortiz acaba de abrir un restaurante en Londres, Ella Canta, y voy al menos una vez a la semana a comer ahí con el embajador y con los amigos que me visitan.
¿Qué es lo que más extrañas de México?
A mi familia y la informalidad en la vida diaria. Muchas veces me encantaría que en Inglaterra la gente sintiera la confianza de hablar contigo. Son sociedades muy diferentes y muy cerradas. El individuo se aísla. Aquí en México te subes a un elevador y la gente te saluda y te platica. Hay otro sentimiento más de comunidad.
¿Cuáles serían para ti las vacaciones perfectas?
Acabo de pasar tres días en Fiji y me la pasé increíble porque me quedé en esas casitas que están a la orilla del agua. Me remordió la conciencia que hayan construido ahí, pero bajando las escaleras había un coral extraordinario, me tocó nadar con un tiburón y luego me apareció otro de dos metros al lado. Honestamente no me dio miedo hasta que vi las caras de pánico de los demás, pero fueron unas vacaciones extraordinarias. No son perfectas las vacaciones porque hay muy pocas cosas que hacer en la isla, y yo necesito más cosas que hacer. Tailandia también me encantó como destino vacacional porque puedes ir a muchas islas y pueblitos, tomar clases de cocina… hay muchas cosas que hacer. Lo disfruté bastante.
Esta vez estás en México para participar en el festival Liberatum. Cuéntanos de tu experiencia.
Llegué a las 4 de la mañana y me voy a las 10 de la noche. Pasaré muy poco tiempo aquí, pero me emociona que el festival haya pensado en México como una opción para debatir ideas. Se están proponiendo ideas de cultura y de la vida diaria, de voces muy importantes en todo el mundo, y me parece un privilegio tener acceso a ello. No quería perder la oportunidad de estar aquí, como mexicano. Me gusta que el mensaje que estamos tratando de llevar a la comunidad internacional pueda llegar a través de la voz de un mexicano.
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