Durante el año el horario se recorre dos veces –uno en verano y otro en invierno– para aprovechar al máximo la luz natural del día. Aunque el cambio es un poco agobiante para aquellas personas que tienen una rutina muy estricta, siempre es mejor ese momento en el que hay que atrasar una hora las manecillas y las personas ganan 365 minutos de sueño.
Esto quiere decir que en 2018, la madrugada del domingo 28 de octubre los relojes de México (y otros países) se retrasarán una hora, y permanecerán así hasta el 7 de abril del 2019. Este cambio traerá consigo cuantiosos beneficios como la disminución de: accidentes de tráfico, una optimización en el uso de energía eléctrica y, durante seis meses, mañanas más largas.
El cambio de horario de octubre es mejor conocido como el horario de invierno pues, aunque oficialmente sigue siendo otoño, durante esta temporada, los días se volverán más cortos, debido a la inclinación de los ejes de la Tierra y a su lejanía –cada vez mayor– con respecto al Sol.
Este nuevo horario ocurrirá también en países como Croacia, Cuba (4 de noviembre), Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Israel e Italia.
Asimismo, en el hemisferio sur el reloj se adelantará una hora – el horario de verano– en países como Brasil (a partir del 5 de noviembre),
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