Conocí Nápoles, antes que nada, en mi imaginación. Muy parecido a lo que le ocurrió a Paulie en Los Sopranos, mi mente se llenó de los sonidos, barrios, sabores y personajes de esta ciudad gracias a la saga Dos amigas, de la escritora anónima más famosa de nuestros tiempos: Elena Ferrante.
Después fui, y a diferencia del mafioso neoyorquino decepcionado, a mí me voló la cabeza. Dicho eso, aquí les dejo una probada napolitana para disfrutar de todo lo que es esta ciudad desde casa.
Foto: Diego Berruecos
Un libro (y adaptación)
La amiga estupenda, Elena Ferrante
En 2016 se publicó en español la primera novela de los cuatro volúmenes, La amiga estupenda, de Elena Ferrante; un nombre que es un seudónimo y, aunque hay muchas hipótesis, a la fecha nadie sabe a ciencia cierta quién es la autora detrás de estas obras.
La historia de este relato –que pronto se convirtió en un fenómeno literario– narra la amistad entre Lila y Lenú en Nápoles, desde su infancia en la posguerra hasta nuestros días. Sus personajes y descripciones de vecindades, paisajes, negocios, olores, comida; sus creencias y tradiciones; sus playas vecinas, cultura misógina y camorrista, le permiten a los lectores conocer esta ciudad a través de las décadas.
Foto: Diego Berruecos
La saga fue adaptada por HBO y recién se estrenó la segunda temporada, justo a tiempo para estos días de contingencia. En mi opinión, ésta es la mejor forma de conocer Nápoles; por eso la recomendación es que aprovechen ahora para leer los libros y, después, disfrutar la serie.
Si ya conoces la historia, te va a gustar este mapa de Google: el Nápoles de Ferrante.
Un platillo
Pizza (y Bourdain)
El centro derretido, las orillas crujientes e infladas con burbujas un poco chamuscadas por el calor del horno: así es la pizza napolitana, y se tiene que comer completa. L’Antica Pizzeria da Michele es, quizá, la pizzería más famosa de Nápoles. Sólo sirven
dos opciones: margarita
y marinara (sin queso, únicamente pomodoro, orégano, albahaca, ajo y aceite de oliva).
Foto: Diego Berruecos
Para despertar el antojo hay que visitar su Instagram. Por otro lado, para seguir con más ejemplos de esta deliciosa gastronomía —con pasta y mariscos—, se tiene que ver el capítulo de Nápoles, de Anthony Bourdain, en la séptima temporada de No Reservations.
Foto: Diego Berruecos
Un personaje
Maradona
En Ámsterdam está Ana Frank; en la Ciudad de México, la Virgen de Guadalupe. En Nápoles también hay un personaje omnipresente: Maradona. La playera del Club Napoli con el 10 en el dorso y el nombre del futbolista es la imagen más repetida en los comercios de la ciudad. Dicen que estaban hechos el uno para el otro. El estilo de vida napolitano, rebelde, irreverente, anárquico, enalteció la personalidad del argentino. Y es que gracias a su presencia, un equipo mediano se hizo campeón de la liga italiana en los 80.
Foto: Meazza Sambucetti / AP Photo / Fondazione ISEC.
La exaltación con la que se vive el amor por el equipo local parece sudamericana. El San Paolo es un estadio vetusto, muy descuidado, que es el lugar donde ocurre la pasión más grande del futbol. Maradona es su Dios. Si les gustó el documental sobre Sena o el de Amy Winehouse, Amy, su director, Asif Kapadia, estrenó el año pasado Diego Maradona en HBO Sports, muy recomendable para comprender cómo el carisma de una ciudad se puede encarnar en un personaje.
Un mirador secreto
Belvedere Sant’Antonio
En la carretera rumbo a Posillipo, una zona lujosa de la costa, se encuentra la mejor vista panorámica de la bahía de Nápoles, enmarcada por el Vesubio; el mirador se llama Belvedere Sant’Antonio. Respecto a este volcán, alguna vez Ferrante dijo: “todos los días te recuerda que la más grande empresa de los hombres poderosos, la obra más espléndida, en segundos, el fuego, el terremoto, las cenizas y el mar te la pueden dejar en nada”, como a Pompeya.
Foto: Diego Berruecos
Un artista
Enrico Caruso
Enrico Caruso fue el tenor napolitano más famoso de los años 20. Para conocer el potencial de su voz hay que escuchar esta conmovedora canción grabada en 1911 (ahora remasterizada): Core ‘ngrato.
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Foto de portada: Diego Berruecos
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