La Mixteca, por Camilo Christen

Todos soñamos con escapar, pero, ¿de dónde y a dónde? ¿De quién y con quién? Sin mapa de ruta, sin una shooting list exhaustiva, sin contactos ni confirmaciones de hotel, Camilo se aventuró con su novia, Camila, a recorrer las carreteras de la Mixteca oaxaqueña. Un road trip sin destino fijo. Oaxaca como no la habíamos visto. Cuando pensamos en Oaxaca pensamos en los claroscuros y el calor seco de los Valles Centrales, o el aire plácido y el oleaje bravo de la Costa. Se nos olvida que Oaxaca está dividida en siete regiones, que ninguna se parece a la otra. Que cada región es un mundo en sí mismo, con distintos paisajes, distintos pueblos, distintos platillos, distinta vegetación y distintos microclimas, distintas tradiciones culturales y arquitectónicas, distintos reclamos, distintas lenguas y visiones de mundo. Las fotos de Camilo Christen no gritan ¡OAXACA! como sucede tantas veces cuando se retrata este lugar magnético, donde se desdoblan todas las profundidades de México, pero que también gira sobre sus propias aristas, sus propias dudas o certezas. Retratos de Oaxaca en paralelo. Escenas pastorales artificiosas, naturalezas intervenidas, texturas neobarrocas, ruinas ocupadas y desocupadas, pueblos cerrados por pandemia, vacíos y silencios y ecos de cientos de años, o más. Postales que no venden, que no imponen, que no proclaman nada ni se apropian de nada. Microcosmos dentro de microcosmos. Un escape.