Si se tuviera que elegir a un estado que represente culturalmente a México, uno de los candidatos sería Oaxaca. Este territorio de montañas inmensas, valles llenos de historia prehispánica y playas paradisíacas tiene además un patrimonio vivo que no se ve en muchas partes del mundo. Si tuviéramos que empacar una maleta con un poco de toda la tradición oaxaqueña, esa maleta sería la fiesta de la Guelaguetza, en donde convergen las costumbres de más de 15 grupos indígenas.
Aunque no existe una fecha fija para esta celebración, se sabe que se realiza los dos lunes siguientes al 16 de julio. En estas dos jornadas, cientos de personas y representantes de las ocho regiones del estado (Valles Centrales, La Cañada, Papaloapan, Mixteca, La Costa, Istmo de Tehuantepec, Sierra Norte y Sierra Sur) se reúnen para presentar lo mejor de sus comunidades.
Guelaguetza 2020: una fiesta virtual
Este año, debido a la contingencia sanitaria por coronavirus, las autoridades estatales han decidido celebrar estas fiestas a puerta cerrada y llevarlas al público a través de la pantalla. Bajo el nombre de Guelaguetza 2020, La fuerza de nuestra identidad, la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (CORTV), en conjunto con las cuentas oficiales de las dependencias participantes, harán cuatro emisiones: 20 y 27 de julio, a las 10 y 17 horas. Los horarios se pueden consultar en las cuentas oficiales del evento.
¿Qué hay que ver en la Guelaguetza?
En los años anteriores, durante los días de fiesta, también llamados Lunes de Cerro, el Auditorio Guelaguetza (ubicado en el Cerro del Fortín, en la ciudad de Oaxaca) se llena de danzas populares y música que va de la marimba a las bandas de chirimiteros. El elemento característico de esta fiesta estatal es que al finalizar cada presentación, los grupos regalan sombreros, frutas y artesanías como muestra de la oferta cultural de su región.
También se instalan numerosas ferias donde se realizan eventos gastronómicos deportivos, conciertos y exposiciones artísticas. De igual manera, se practica la Calenda, una pasarela por la ciudad donde se pueden ver chinas oaxaqueñas con sus vestidos típicos, estructuras de cohetes enloquecidos y faroleros caminando por las calles de la ciudad.
La historia detrás de la tradición
En tiempos de la Conquista, los españoles en Oaxaca suspendieron las celebraciones que los locales realizaban a Centéotl, la diosa del maíz, para sustituirlas por las fiestas de la Virgen del Carmen. Sin embargo, después del sismo de 1931, los bailes y melodías tradicionales se volvieron a introducir poco a poco en la escena cotidiana (y sobre todo en la identidad). Tal fue su aceptación y valoración, que en la década de los cincuenta se instauró oficialmente la fiesta de la Guelaguetza (se realiza anualmente hasta la actualidad).
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