Hoteles, Japón

Aman Kyoto, un retiro entre jardines y templos japoneses

Como toda una oda a la tradición hospitalaria de Japón, Aman Kyoto abrió sus puertas en noviembre de 2019.

POR: Paola Gerez Levy

Aman Kyoto es un hotel nuevo (abrió en noviembre de 2019) que balancea de manera perfecta las comodidades de una estancia urbana y un retiro sereno en la naturaleza. Se encuentra al norte de Kioto, entre riachuelos, jardines, árboles y una atmósfera tranquila que casi le da a sus huéspedes una  experiencia purificadora.

El diseño del hotel, ideado por Kerry Hill Architectsconserva el esplendor que reinó en lo que fuera la antigua capital del imperio japonés. Esto se puede observar en los 10 pabellones que tiene la construcción. En estos anexos sobresale el estilo minimalista de las tradicionales posadas ryonkan, que se caracterizan por ser espaciosas y llenas de luz. Por su parte, la decoración fue elaborada específicamente para el Aman Kyoto y está protagonizada por lámparas colgantes, muebles, antigüedades y obras de arte. A todo esto se suma el uso de colores neutros. Tonos que generan un ambiente de relajación y armonizan con el entorno verde y húmedo del exterior.

Las 24 habitaciones se encuentran distribuidas en cuatro pabellones, mientras que dos suites tienen su propio lugar. Todos los espacios cuentan con ventanales de piso a techo con vista al bosque o al jardín. En el interior, los huéspedes podrán encontrar tatamis tradicionales, así como tinas de baño ofuro fabricadas en madera de ciprés.

Una habitación. Foto: cortesía Aman

Para calmar el hambre se pueden visitar dos restaurantes: Taka-An, que se enfoca en gastronomía japonesa (y donde destaca la calidad y el diseño de la vajilla tradicional en la que se sirven los alimentos), y The Living Pavilion, recubierto de mosaicos de cerámica, que ofrece platillos occidentales y especialidades kiotenses. Este último establecimiento abre todo el día y ofrece servicio de bar y de picnic.

Un rincón que no se puede pasar por alto en el Aman Kyoto es el spa. Este sitio cuenta con una serie de baños onsen tanto en el exterior como en el interior que se complementan con numerosos tratamientos naturales inspirados en las boticas japonesas. Entre los ingredientes que se utilizan para los tratamientos resaltan el té verde, el sake y los capullos de seda.

El interior del spa. Foto: cortesía Aman

Llegar es relativamente sencillo, pues basta aterrizar en Osaka y manejar una hora. Otra opción es aterrizar en el aeropuerto de Kansai y conducir dos horas u optar por un viaje en tren desde este mismo lugar que dura aproximadamente 90 minutos.

Sin más, aquí les dejamos algunas recomendaciones del hotel para que la estancia sea lo más placentera posible y se disfrute al máximo una de las ciudades más icónicas de Japón

Una habitación

El espacio más llamativo es Washigamine Pavilion, una suite de dos cuartos. Esta habitación está ubicada en el espacio más recóndito del hotel lo que le brinda a los visitantes una privacidad máxima. Para acceder a ella hay que seguir un camino de piedra, y desde ahí, los huéspedes tienen vista al bosque y a las montañas.

Suite Washigamine. Foto: cortesía Aman

Personaje clave

Akira Shiota es el gerente general del Aman KyotoCon más de dos décadas de experiencia de la hospitalidad alrededor de todo Japón, se encarga de que todas las estancias sean perfectas y transcurran como los huéspedes desean.

Espacio público

The Living Pavilion es un espacio que, además de restaurante, es ideal para relajarse ya que está rodeado de un jardín zen. Cuenta con una amplia terraza exterior con sillones y una fogata central que se disfruta sobre todo en las noches.

Terraza del Living Pavilion. Foto: cortesía Aman

Algo imprescindible

Vale la pena salir a dar un paseo de apenas 15 minutos por el bosque en dirección al templo budista de Kinkaku-ji, o Pabellón Dorado. Cubierto por láminas de oro, este santuario del siglo XIV es uno de los íconos históricos y arquitectónicos de la ciudad.

Pabellón Dorado

Un detalle

El jardín del Aman Kyoto no es como cualquier otro. Al caminar por ahí se escucha el agua de un riachuelo cercano y seguir los caminos y escaleras cubiertos de musgo para admirar árboles como maples o cedros japoneses, que cambian su follaje y tonalidad con las temporadas del año.

Jardín del Aman Kyoto. foto: cortesía Aman

Algo para comer

El menú de The Living Pavilion utiliza productos e ingredientes de procedencia local y de temporada por lo que cambia constantemente. Sea cual sea la ocasión, hay que probar algún platillo Obanzai Ryori que es el equivalente a probar comida casera japonesa con sabores de Kioto.

Una bebida

En el restaurante The Living Pavilion, los huéspedes tienen la oportunidad de disfrutar del té de la tarde. Aquí se pueden probar diferentes variedades, como matcha acompañado de postres como dango, o bien realizar una cata de tés.

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Foto de portada: cortesía Aman

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