Club de patos
El hotel se localiza en Sisal, un pacífico municipio yucateco, justo en el espacio donde por muchos años hubo un albergue para cazadores de patos, de ahí su nombre. Los patos llegan en invierno y se instalan en la laguna, mientras que en verano hay flamencos, garzas y cormoranes. La naturaleza es protagonista, con flora y fauna del mar que se mezclan con las de los manglares.
Las habitaciones tienen vista al mar, con terraza privada, hamaca, regadera exterior y atención personalizada: son sólo nueve estancias.
Se puede hacer paseos en bicicleta o kayak y excursiones en lancha a lugares lejanos; pero la mejor opción que ofrece este refugio es relajarse, así como dejarse consentir y recargar energía al pasar un tiempo en contacto con la naturaleza.
One&Only Palmilla
Gran favorito de Los Cabos, One&Only es una propiedad donde el servicio de primera y la calidad se notan en todos los detalles. Discreto diseño mexicano y espectaculares terrazas.
A la hora de la comida, los imperdibles son Seared —la estrella, del chef Sébastien Agnès—, con una selección de los mejores cortes del mundo, desde rib eye hasta carne Kobe certificada, y Agua, de Larbi Dahrouch, que se especializa en comida del mar y donde sin duda hay que pedir el tajine de camarón. Éste es un hotel para quienes quieren dejarse consentir.
Las Ventanas al Paraíso
Con una decoración de inspiración mexicana, el hotel tiene amplísimos espacios, villas que se sienten como casas, espacios públicos que parecen privados y hermosas vistas del mar.
Se puede elegir entre suites, villas y villas Signature, más grandes e ideales para una estancia prolongada.
Con cuatro restaurantes, un spa increíble y su servicio de mayordomo en la alberca, lo cierto es que pocos clientes encuentran razones para salir de la propiedad.
Azul Oaxaca
A medio camino entre hotel y galería, este espacio boutique abrió sus puertas en 2011 en el corazón de la ciudad de Oaxaca y no tardó en convertirse en un favorito de los viajeros. El diseño, a cargo del estudio Esrawe, puso a trabajar a un grupo de artistas locales formado por Francisco Toledo, Rubén Leyva, José Villalobos, Luis Zárate y el Colectivo Frijol Parado. Cada uno diseñó una de las cinco suites y le imprimió su toque personal. El resto de las habitaciones estándar comparte la limpieza en la decoración, aunque con una clara inspiración en lo mexicano.
La casona en la que se levanta el hotel posee un hermoso patio interior y muchos de los sitios públicos están decorados con piezas de Toledo. Los pisos de barro negro, los detalles en madera y, en general, lo sobrio pero hermoso de cada detalle lo convierten en un espacio que enamora a primera vista.
Banyan Tree Cabo Marqués
El resort se encuentra en lo alto de Punta Diamante y ofrece espectaculares vistas del Pacífico. Todas las villas tienen su propia alberca y están diseñadas con un estilo asiático que se adapta muy bien a la exuberante vegetación de la zona.
Como en otras propiedades de la marca, aquí tienen un Banyan Tree Spa, que ofrece tratamientos insignia inspirados en técnicas tailandesas. Desde luego, también tienen un Saffron, el signature restaurant de la marca, con una selección de especialidades de gastronomía de Tailanda. Aislado y desconectado del bullicio del puerto, este lugar resulta perfecto para una escapada romántica.
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