Atmex, Destinos, México, Zacatecas

Aventuras naturales para vivir en Zacatecas

Desde santuarios de águilas hasta bosques frondosos y manantiales, Zacatecas es todo un paraíso natural.

POR: Redacción Travesías

Del subsuelo al cielo, Zacatecas se abre en paisajes deslumbrantes. Desde la capital se aprecia en las alturas el particular terreno irregular y colorido de la ciudad y el verde que lo circunda todo, con el Cerro de la Bufa como corona. La flora y la fauna aparecen en paraísos escondidos, cuyos nombres se revelan en ocasiones por los cuatro puntos cardinales del estado; árboles, plantas y animales que parecen salidos de un safari en África, o de otro mundo, se dejan ver de cerca.

Aguas termales en un clima semitropical invitan a la diversión y al descanso. Los amantes de la adrenalina pueden poner a prueba sus habilidades en los parajes menos imaginados; luego cocinar a fuego lento bajo las estrellas y dormir en cabañas o casas de campaña. Por aire, agua o tierra, los múltiples y auténticos escenarios de película de Zacatecas ofrecen aventuras difíciles de olvidar. Todos con luz natural.

Datos sorprendentes

Zacatecas fue el primer lugar del mundo en tener un teleférico que sobrevuela una ciudad. Se inauguró en 1979 y se mantuvo en activo, con su diseño original, por casi 37 años; fue reinaugurado en 2018, con nueva construcción. La ruta de 642 metros se puede hacer por las noches en temporada alta.

La cámara oscura en el Cerro de la Bufa es la única con fines turísticos en todo México, la segunda de Latinoamérica y la más moderna del mundo, por ser electromecánica, tener un lente móvil y tres niveles de velocidad.

Valparaíso

¿Bisontes americanos en Zacatecas? Sí, y también alces, borregos cimarrones, cóconos y otras especies. Todos andan en libertad en una verde extensión de 12,000 hectáreas. La uma (Unidad de Manejo Ambiental) Los Fortines hace honor al nombre del municipio del que forma parte: Valparaíso. Una maravilla para quien practique el hiking, la pesca, la caza controlada y para quien, simplemente, disfrute de la naturaleza.

No hay como despertar dentro de una acogedora cabaña de madera y mirar a los venados cola blanca pastar al amanecer, a la orilla de un arroyuelo. O ver el sol que baña un lago en calma, que apenas ondula por el nado de una familia de patos, mientras cantan zorzales y chivitos azules. Don Toño Barrios —el Gaudí de Zacatecas, quien con orgullo muestra su original casa—, junto con don Samuel y Juanito, hacen que uno se sienta en su propio rancho. Cocinan con envidiable sazón al carbón o a la leña. Su compañía se disfruta mucho al ver volar un halcón al atardecer o al contemplar una noche estrellada.

Cerro de la Bufa

Es una experiencia incomparable en Zacatecas pasar de ser una especie de topo que recorre la mina El Edén, para luego salir a la superficie y volar como un ave, atravesando la ciudad en el teleférico. En todo lo alto se divisa el Observatorio Meteorológico. Al llegar al Cerro de la Bufa, la cámara oscura es otro lugar excepcional a descubrir. Equivale a entrar a una enorme cámara fotográfica; se apagan las luces y sobre un disco cóncavo de fibra de vidrio se proyecta una imagen de la zona metropolitana de Zacatecas-Guadalupe: un recorrido aéreo de lo que pasa en tiempo real en la ciudad.

Y para seguir volando en alguno de los cuatro estilos posibles, según lo intrépido que se quiera ser, está la Tirolesa 840. A esta fuerte emoción hay que sumarle el reto de cruzar por un puente colgante después del lance de ida (440 metros) y el disfrute del paisaje, con la combinación de colores del verde del cerro y el rojo de una mina abandonada, en el trayecto de vuelta (400 metros).

Sierra de Órganos

A 30 kilómetros de Sombrerete aparece uno de los tesoros naturales más impresionantes del estado. La sensación al descubrir las monumentales formaciones rocosas, con apariencia de pipa de órgano, es la de haber aterrizado en otro planeta o haber viajado a la prehistoria. De hecho, esta extensión de 1,125 hectáreas fue el escenario de El Cavernícola y del Lejano Oeste de John Wayne, entre más de 65 películas.

El paso del tiempo se hace presente: viento, agua y un remoto origen volcánico esculpieron con paciencia el paisaje. Uno se siente pequeño y sorprendido al caminar por esta inmensidad. Cuesta no tener la vista siempre en alto y de pronto dejarse llevar por el vuelo de un ave. Este bosque de pino-encino de la Sierra Madre Occidental es también un oasis para alpinistas y ciclistas de montaña, y un lugar inmejorable para pasar la noche en una cómoda cabaña o acampar bajo la luz de la luna y las estrellas, escuchando a lo lejos el coro de la fauna nocturna.

Sierra de Cardos

Al noreste de Jerez, la carretera asciende hacia la Sierra de Cardos —con sus imponentes riscos al fondo— y conduce al parque ecoturístico El Manantial, camuflado entre robles, álamos, fresnos y otros árboles. El refugio cuenta con siete amplias cabañas. La atmósfera llama a practicar, entre otras actividades más extremas, el senderismo, con recorridos de distintos niveles de dificultad.

Nadie debe perderse el que lleva a las ruinas de un balneario del siglo xix, donde aún permanece una alberca con agua cristalina para beber o darse un chapuzón. Más adelante hay un mirador desde el cual se ve toda la sierra. Si se sigue avanzando, se llega a unas grutas. El recorrido más largo conduce a cuevas, túneles y manantiales, entre flora exótica y fauna como colibríes, venados, mapaches y, con suerte, hasta se podría ver un leopardo.

Otro atractivo es la tirolesa que atraviesa un cañón por el que pasa, en tiempos de lluvia, un río al fondo. El camino de vuelta se hace por un vertiginoso puente colgante.

Monte Escobedo

En dos horas en coche desde la ciudad de Zacatecas, al sur de Valparaíso, se encuentra el gran santuario del águila real, la cual reina los aires sobre otras aves, como el pájaro carpintero y el pato salvaje; sobrevuela pinos, pitahayos, madroños y huizaches, entre otras especies vegetales, y sobre jabalís, coyotes, faisanes y pumas, entre otras especies animales. La caza está prohibida. La sierra resulta atractiva y propicia para acampar, particularmente en El Chinacate, Los Chorritos y Los Álamos.

Una riqueza prácticamente desconocida de Monte Escobedo son los quesos frescos y añejos que elaboran, con técnicas artesanales y sustentables, los habitantes de varias comunidades y ranchos, como La Estancia y La Providencia. Son quesos de primera calidad destinados principalmente a la exportación; para muchos, los mejores de México.

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Esta y otras experiencias únicas estarán presentes en la feria de aventura Atmex. Un evento cuyo objetivo principal es hacerle ver al mundo todo lo que México tiene que ofrecer. Este gran encuentro de viajeros se llevará a cabo en Valle de Bravo del 23 al 25 de octubre.

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