Dicen que se tiene que viajar solo al menos una vez en la vida. Y ya sea que se esté totalmente cómodo con la soledad y se desee pasar tiempo lejos de casa; o tengan ganas de perderse por el mundo para sanar un corazón roto y reconstruirse; hacerlo suele traer una enorme gratificación personal.
Viajar así es encontrarse, es descubrir cómo se reacciona en el silencio absoluto o en sitios bulliciosos donde no se sabe cómo iniciar una conversación; es arreglárselas cuando llega la noche y se está lejos de la zona de confort. Es aprendizaje; es descubrir que uno puede marcharse sin compañía y pasarla realmente bien.
Por esta razón les compartimos 6 inspiradores poemas que los harán viajar hoy mismo, no importa dónde se encuentren. Estos versos son un claro reflejo de lo temporal y lo eterno. Son nostalgia y ganas de vivir; deseos de volver, o de comenzar de nuevo.
Y es que qué más que estos poemas para hacernos viajar entre palabras, rimas y ensoñaciones compartidas.
Botella al mar
Mario Benedetti
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
Viajar
Gabriel García Márquez (fragmento)
Viajar es regresar
viajar es volverse mundano
es conocer otra gente
es volver a empezar.
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada en una postal.
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto
viajar es regresar.
El cambio de rueda
Bertolt Brecht
Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy.
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?
Pausas
José Gorostiza
¡El mar, el mar!
Dentro de mí lo siento.
Ya sólo de pensar
en él, tan mío,
tiene un sabor de sal mi pensamiento.
Ensueño
Emily Dickinson
Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más briosos y rápido corcel.
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.
Muere lentamente
Martha Medeiros (fragmento)
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos caminos…
Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no escucha música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
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