Sersana bootcamp: bienestar y comunidad
Sersana organiza tres o cuatro bootcamps al año en distintos lugares de México.
POR: Mariana Castro
Puede parecer un cliché, pero hay pocas cosas tan relajantes como una sesión de meditación. Y si es con el sonido del mar de fondo, mejor. Para los participantes de Sersana bootcamp, esta fue la forma de comenzar cada día durante una semana de desconexión en el hotel Xinalani, en Puerto Vallarta.
Lety Román —neoyorquina— y Ana Jimena Ramírez —mexicana— se conocieron hace seis años en un bootcamp en Puerto Escondido. Lety trabajaba como entrenadora personal y Ana llevaba varios años en medios de comunicación. Ambas compartían un profundo interés por el wellness y coincidían en algo: este tema era algo muy consolidado en muchos países y en México todavía estaba en pañales. Con esto en mente decidieron asociarse y crear un portal de bienestar integral para Latinoamérica, una plataforma que generara contenido en español para los interesados en el ejercicio, la alimentación saludable y el crecimiento personal.
Para conseguir financiamiento decidieron organizar una activación física, así que rentaron un salón en Polanco para hacer un curso intensivo de ocho semanas. Lo que comenzó como una invitación friends and family terminó siendo un evento muy exitoso, con muchísimas personas preguntando por más fechas, horarios y sedes. Para Lety y Ana quedó claro que habían encontrado el corazón de su proyecto: boutiques fitness con un enfoque de estilo de vida.
Sersana bootcamp
Con el paso de los años, Sersana se ha consolidado como un método muy definido que Lety ha diseñado minuciosamente y nunca deja de evolucionar. Con cuatro estudios en la Ciudad de México, uno en Querétaro y otro por abrir en Guadalajara, las clases de Sersana combinan ciclos de cardio y fuerza en una propuesta de ejercicio funcional con distintos accesorios —cuerdas, toallas, cajas y pesas—. No importa que seas principiante en el mundo del ejercicio o alguien con mucha condición, las sesiones son retadoras y están llenas de energía, buenas playlists y, sobre todo, mucho (pero mucho) sudor.
El Sersana bootcamp se ideó como una oportunidad para fomentar un cambio radical en los hábitos de los participantes. Lejos de todo y en un escenario natural soñado. Aunque Sersana se enfoca en el ejercicio, el programa del retiro es integral; comenzando con un plan de alimentación sano y balanceado —sin dejar de ser rico— a base de ingredientes frescos y locales. Durante el bootcamp no se puede consumir alcohol, azúcar, harinas, lácteos ni alimentos procesados.
Desconectarse y desintoxicarse de la rutina
Para Lety y Ana, es importante que los interesados entiendan que los bootcamps no son retiros para perder peso, sino para desconectarse y desintoxicarse de la rutina. El perfil de los asistentes es muy variado, desde parejas hasta grupos de amigas y dúos madre-hija; chicas que no se pierden una clase en la ciudad y hombres (sí, siempre hay uno o dos en el grupo) en su primera aproximación al universo del fitness. El único requisito es “venir abierto, paciente y con buena vibra”.
Sersana organiza tres o cuatro bootcamps al año en distintos lugares de México. En este último, el programa arrancaba con una sesión de meditación a las 6:30 a.m., seguido del desayuno a las 7:00 a.m. La mañana seguía con clase de Sersana —hora y media de ejercicio intenso—, shake de proteína, yoga y jugo verde; en otros bootcamps, la primera parte del día también puede incluir alguna caminata o correr en la playa. Después de la comida se repetía el combo clase de Sersana y yoga restaurativa; cena a las 7:00 p.m. y todos a dormir —agotados— antes de las 9:00 p.m.
Cada día se nota un pequeño avance en los participantes, aunque Lety asegura que el miércoles es el momento más difícil, con muchos “ay no”, “me urge un postrecito” y “todo me duele”. En los ratos libres del itinerario algunos se van a descansar, pero la mayoría del grupo se mantiene. El sentido de comunidad es muy fuerte y es difícil distinguir si conviven desde hace años o se acaban de conocer. Es común escuchar a Lety compartir tips de nutrición mientras Ana aconseja a alguien más sobre alguna postura para prevenir lesiones. En una era donde el auge de las iniciativas fitness parece crecer a la velocidad de la luz, el éxito de Sersana radica en una razón muy simple: siguen siendo un proyecto muy personal y cuidado, donde el objetivo final es que cada individuo tenga un entendimiento y sentido propio del bienestar.
Paraíso para yoguis
Además de ser un hotelito muy lindo al que sólo puedes llegar en lancha (en un viaje de entre 30 y 40 minutos desde la marina de Vallarta), Xinalani es un auténtico paraíso para yoguis. El hotel cuenta con 29 habitaciones y suites, además de cuatro casitas ideales para grupos más grandes; todas clavadas en la montaña y mirando al mar. Hay cuatro estudios de yoga y meditación a los que —ojo— sólo se puede llegar subiendo decenas y decenas de escaleras. Los que prefieren un plan más relajado pueden visitar el pequeño spa, disfrutar un trago en la alberca o asolearse en el club de playa. xinalaniretreat.com.
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Foto de portada: Daniel Almazán Klinckwort
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