La riqueza del patrimonio de Zacatecas parece inabarcable. Deslumbra como el oro del retablo de su Catedral y el naranja y rosa de las más de 11 tonalidades de sus edificios de cantera. De día y de noche, una semana no da para agotar los constantes descubrimientos. Hay tantas maravillas que se pueden disfrutar con calma o ejercitando el cuerpo; a pie, en coche o en bicicleta.
Su pasado está lleno de historia y de leyendas que cobran vida en los recintos más insospechados. Su lado más barroco se celebra en un festival. El Camino Real Tierra Adentro tuvo su paso principal por aquí. Las huellas conducen hasta zonas arqueológicas, en un viaje en el tiempo por rutas de un mapa con muchos tesoros. Zacatecas se da también en su original gastronomía, así como en sus mezcales y cervezas, para degustarlos poco a poco y dejar en el cuerpo y el alma un regusto exquisito.
Datos sorprendentes
-La Avenida Hidalgo, una de las principales vialidades de la ciudad de Zacatecas y la que contiene más historia, se llama así porque en uno de los edificios de esa calle se exhibió durante días la cabeza del Padre de la Patria.
–Debajo del Centro Histórico existen bóvedas secretas más antiguas que cualquiera de sus edificios. Una red de canales subterráneos recorre 2.4 kilómetros desde las Lomas de Bracho hasta la Plaza Bicentenario.
Avenida Hidalgo al atardecer
Bicitour
Una gran manera de explorar el terreno de subidas y bajadas de la ciudad de Zacatecas es pedaleando o dejándose llevar suavemente a bordo de una bicicleta eléctrica. Cada quien elige cuánto ejercicio está dispuesto a hacer. La expedición comienza en la alargada Alameda, donde desde muy temprano se puede ver gente corriendo bajo sus árboles.
El trayecto continúa por una serie de plazas encantadoras, la magnífica Catedral, el Callejón de las Campanas, la Plazuela del Moral —que fue una antigua vecindad—, la Plazuela de García Felguérez, el hermoso Callejón Alcaicería de Gómez y la Plazuela Miguel Aiza, para después cerrar el circuito en la Alameda. El recorrido dura aproximadamente hora y media e incluye todo el equipamiento de seguridad, la hidratación necesaria y dos guías que protegen el frente y la retaguardia del pelotón ciclista y hacen las veces de relatores del viaje.
Camino a Casa Grande
En el recorrido por carretera hacia la comunidad de Tacoalaeche ocurre la primera sorpresa: a la distancia se alzan cónicos silos terrosos que en otro tiempo sirvieron para almacenar grano. Cuenta la historia que en uno de ellos llegó a vivir el pintor Francisco Goitia. Ahora pertenecen a familias de ejidatarios. La Casa Grande o Casa de las 100 Puertas, el casco antiguo con torreón de una hacienda del siglo XIX, fue convertida con esmero por la comunidad en el Centro de Investigación y Experimentación en Arte Popular de Zacatecas.
Este espacio cumple la bella función de exhibir y hacernos valorar el trabajo de artesanos y artistas del estado y de todo el país; además, se ofrecen talleres de talabartería, platería, textiles, cantera, fibras vegetales, cartonería y cerámica. La selección de los trabajos es espectacular, y al salir resulta inevitable querer comprar una o varias piezas en la tienda, a sabiendas de que el pago, más que merecido, va a llegar íntegro a los creadores.
Museo Tacoaleche.
Camino Real de Tierra Adentro
Entre los siglos XVI y XIX, a través de esta extensa ruta de más de 2,500 kilómetros, se transportaba la plata extraída de las minas de Zacatecas con destino a Texas y Nuevo México. Esta ruta representaba un lazo comercial entre México y Estados Unidos, pero también suponía un vínculo cultural, social y religioso entre los pueblos.
El Camino de la Plata —como también se conoce al Camino Real de Tierra Adentro— en su sección zacatecana comprende algunos sitios que han sido denominados Patrimonio Mundial de la UNESCO, por ejemplo, los Pueblos Mágicos de Pinos y Sombrerete, la Sierra de Órganos, Vetagrande y los viñedos de Tierra Adentro, entre otros.
Algo especial en Vetagrande son los atardeceres.
Casa UNESCO
El primer Instituto Regional del Patrimonio Mundial en México se encuentra en Zacatecas. La Casa del Conquistador —un edificio precioso del siglo XVIII en el centro de la ciudad— es la sede de esta importante oficina de la UNESCO, que se encarga de proteger, investigar y conservar el Patrimonio Mundial de la región conformada por México, Centroamérica y el Caribe.
Festival Barroco
Si ya se admiró la impresionante fachada de la Catedral, cada año el barroco puede vivirse a tan solo 10 minutos, en Guadalupe, recién estrenado como Pueblo Mágico. Desde 2002, el festival ofrece cada año, a lo largo de una semana, más de 70 actividades para todas las edades en un entorno inmejorable. Entre conciertos, conferencias, presentaciones de libros, cuenta cuentos, leyendas, obras de teatro, danza y talleres lúdicos, la gastronomía ha ocupado históricamente un lugar especial. Para que un platillo se considere barroco debe tener más de siete ingredientes, y aquí se presenta una oportunidad única para degustar creaciones mexicanas rescatadas de recetarios de los siglos XVII y XVIII.
Gastronomía, mezcal y cerveza
En 2010, la gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Zacatecas participa de esa distinción con platillos exquisitos. El asado de boda es el más representativo del estado, y doña Cuquita es la cocinera que mejor lo prepara. Entre otros muchos platillos, no deben dejar de degustarse los tacos envenenados, la sopa de guachal, el xoconostle en mole o mermelada, el tamal de chorizo, las enchiladas de colores o las tradicionales gorditas en sus muchas variantes.
Asado de boda de doña Cuquita.
En tiempos recientes, la cocina de autor se ha desarrollado con originales propuestas en lugares como Ceremonia, Doctrina Estudio Gastronómico y El Paraíso. La cerveza artesanal no se queda atrás, con entre 15 y 16 productores locales. Y en lo que a mezcal se refiere, entre las muchas marcas con denominación de origen destaca la producción con 100 años de tradición familiar de Don Aurelio, que ha obtenido tres medallas de oro en un prestigioso concurso internacional de destilados.
Leyendas para todos
Zacatecas fue el primer lugar en el país que asumió con orgullo las abundantes leyendas e historias de miedo de su rico pasado y las promovió entre sus visitantes, con representaciones teatrales de lo más variadas. En Hidalgo, la calle principal de la ciudad, sorprende encontrarse con personajes que parecen salidos de épocas lejanas. Existen diferentes recorridos, que pueden ser más clásicos, humorísticos o misteriosos; con cuarteto de cuerdas en directo o proyecciones sobre un enorme mural.
Incluso, el mismísimo diablo, pícaro y muy buen narrador, dirige un recorrido que termina en una divertida representación interactiva acompañado por una condesa y una asaltante. Para quienes gozan de los escalofríos, la Casa Londres, una de las construcciones más antiguas del Centro Histórico, reabrió sus puertas como mansión embrujada: un espectro conduce a los valientes por aterradoras habitaciones y relata la historia trágica de una familia de inmigrantes ingleses.
Museo de Guadalupe
Mucho tuvo que ver este museo para que en 2018 Guadalupe fuera considerado el sexto Pueblo Mágico de Zacatecas. Ocupa una buena parte de lo que fuera el Colegio de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe, fundado en 1707 por frailes franciscanos para evangelizar el norte del país, y era el más grande de América. Alberga 95 por ciento de obras pictóricas religiosas del periodo virreinal y más de tres cuartas partes de su colección fue hecha ex profeso para el recinto con fines didácticos.
Muchas de las obras son de gran formato. Destacan los 26 lienzos que representan la vida de san Francisco de Asís, la serie de la vida de la Virgen María, sin olvidar la biblioteca conventual, con más de 9,000 volúmenes. Dos espacios que sobrecogen son el coro del colegio y la escalera conventual más hermosa de México, con obras de Miguel Cabrera y un gigantesco san Cristóbal, patrono de los viajeros y caminantes.
Siete noches en Zacatecas
Este programa invita a elegir, aprovechar y disfrutar las noches —con mañanas y tardes también— de toda una semana en la capital y otros puntos del estado.
Teúl es uno de los pueblos mágicos del estado.
Tonos del alma de la Catedral
La oportunidad más especial para conocer la impresionante Catedral de Zacatecas, Patrimonio Cultural de la Humanidad por sobradas razones, ocurre cada viernes a las ocho de la noche. La sesión comienza frente a la hermosa fachada barroca de cantera rosa, con un nivel de detalle asombroso. Al entrar todo permanece oscuro y, a medida que avanza la explicación, se van iluminando por zonas las columnas dóricas, los altares neoclásicos y las piedras claves del techo, hasta llegar al nuevo retablo mayor, cubierto con hoja de oro de 24 quilates, obra del artista contemporáneo Javier Marín.
La sorpresa mayor sucede cuando suena la música en directo con el protagonismo del gran órgano, acompañado de ensambles de cuerdas y otros instrumentos variables. El director se mantiene cada semana, pero los músicos y el repertorio cambian, lo cual hace única cada experiencia. Un espectáculo imperdible y, además, gratuito, que toca el alma de creyentes y paganos.
Zacatecas fitness
Los más deportistas y madrugadores cuentan con un programa variado de actividades diarias a las 7:30 de la mañana para disfrutar los entornos más bellos de la ciudad.
Lunes: Yoga. Rutina de ejercicios y estiramientos en el relajado ambiente de la terraza del Hotel Emporio.
Martes: Spinning. Pedaleo y resistencia con cambio de frecuencia en la magnífica Ciudadela del Arte.
Miércoles: Pilates. Estirar, fortalecer, equilibrar y mejorar la elasticidad del cuerpo en el aire puro de la Plaza de Armas.
Jueves: Running. Trote ligero para descubrir la Alameda, callejones, plazas y jardines del Centro Histórico.
Viernes: Bootcamp. A quemar como militar de 800 a 1,500 calorías en el Parque Sierra de Álica.
Sábado: Steel combat. Combinación de boxeo con artes marciales para tonificar y mejorar la salud cardiovascular en la Plazuela de Goitia.
Domingo: Hiking. Paseo de media intensidad que parte del Museo Rafael Coronel y lleva por senderos y manantiales del Cerro de la Bufa.
Zonas arqueológicas
Altavista
A una hora al oeste de Sombrerete se halla lo que fuera un oasis cultural habitado entre los años 100 y 1400 d. C. por grupos de las culturas chalchihuites-chichimecas. Aún permanecen los restos de un salón de 28 columnas, de un laberinto y de la Pirámide del Sol, entre otras estructuras.
Cerro del Teúl
Recientemente abierto al público, este sitio contaba con una de las primeras zonas productivas del continente, donde se fabricaban artesanías de cobre y cerámicas. Hasta el momento se han encontrado un altar circular, una cancha del juego de pelota, una plaza y un patio hundido.
La Quemada
Es la zona arqueológica más grande y mejor conservada de Zacatecas, habitada entre los años 350 y 700 d. C. Deslumbrante a cada paso, desde el juego de pelota, frente a la Pirámide Votiva, hasta llegar a la Sala de Columnas, pasando por la Pirámide de los Sacrificios. Es inolvidable la experiencia sideral, que se lleva a cabo una vez al mes en el sábado más cercano a la luna nueva.
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