Hay gente que visita un destino por la música, otros por la cultura y muchos más por la gastronomía. Sin embargo, están surgiendo nuevas formas y motivos para viajar como es el caso del turismo transformativo, viajes para sanar. El Reporte Global de Tendencias Wellness 2018 define el viaje transformacional como “la ola evolutiva, que no descarta el enfoque en experiencias auténticas, sino que lo lleva a un nivel emocional más profundo”. La oferta de este tipo de turismo es cada vez más creciente, y las siguientes opciones son prueba de ello:
Adventure Awake
“No estamos aquí para cambiarte ni para hacerte como nosotros. Estamos aquí para colaborar en el despliegue de tu mejor versión”. Esa es la misión de Adventure Awake, la empresa de Antesa Jensen, quien después de haber tenido una infancia complicada encontró en los viajes la oportunidad de escapar a una travesía hacia el interior. Más que una aventura, se trata de una experiencia holística guiada a través de meditaciones, ejercicios de escritura y otras actividades especialmente diseñadas para sacar los rasgos de liderazgo que cada uno tiene dentro.
Con la cocreación, comunidad, experiencia y el coaching como pilares, el camino empieza con el seguimiento especializado y personalizado tres semanas antes del viaje y cinco después de terminar para que sea algo realmente transformador.
Para hacer cada experiencia única, se busca un destino diferente para cada expedición. Hasta ahora han visitado Groenlandia, Mongolia, Jordania, Georgia y Namibia, entre otros. Puede ser orientado para grupos de dos a seis personas o individuos que buscan explotar su mejor ser.
Camino Copalita
No todas las aventuras culminan con un “sentí que logré algo importante, profundo y transformador”; no en todas se recuerda algo que “en la vida urbana es fácil de olvidar o ignorar”. Sin embargo, así acabó Camino Copalita para Jaime Martínez Bowness.
Una travesía de seis días desde las montañas oaxaqueñas hasta sus playas en la que se conocen cinco ecosistemas distintos, todo en caminatas de seis a siete horas por día. El recorrido no sólo cruza montañas llenas de pinos, oyameles y ceibas; ríos y manantiales desembocando en el mar; sino que también cruza comunidades zapotecas de la Sierra Sur del estado. Éstas se han encargado de mantener la biodiversidad de la ruta a través de diferentes estrategias, las cuales uno conoce y apoya durante el viaje, ya que el 70 % del costo total se destina a quienes habitan (y cuidan) estas tierras.
Sin duda, una gran oportunidad para conectar con las comunidades, aprender de su manera de vivir y formas de pensar; ponerse en contacto con la naturaleza y con uno mismo.
Atlas Unbound
“Nuestros viajes no son lujosos en el sentido tradicional de la palabra: en cada uno vamos a acampar, hacemos fogatas, volvemos a lo básico… experimentamos un planeta más crudo y real. Creemos que el verdadero lujo radica en la maravilla y el asombro de los entornos naturales y en desconectarse por completo del mundo exterior”.
Atlas Unbound organiza viajes entre México y Guatemala. Sus seis destinos fueron seleccionados de manera temática. Baja California: el poder de los contrastes y el valor de la perspectiva; Chiapas: la apertura a otras formas de ser; Sierra Gorda: coraje, el poder de la imaginación y fe en tu forma de ver las cosas; Barrancas del Cobre: fuerza mental y la soledad como una sensación de tiempo y espacio; Guatemala: resiliencia y la importancia de contar historias.
Para ser parte de los viajes hay que pasar por una pequeña entrevista, ya que los grupos son seleccionados para que convivan personalidades que puedan ayudarse a crecer mutuamente.
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