Olvídense de un sitio de hospedaje bien ubicado, estos siete hoteles comparten —literalmente— su espacio con sitios arqueológicos que guardan siglos de historia.
Belmond Grand Hotel Timeo
Taormina, Italia
De un lado, el monte Etna y del otro, la panorámica del anfiteatro griego del siglo iii a. C. No por nada este hotel, de por sí histórico, tiene fama entre los viajeros. Para disfrutarlo al máximo, lo ideal será ir en verano, cuando el buen clima permite pasar horas en la terraza o en la alberca y dar largos paseos por la tarde en sus jardines.
Belmond Sanctuary Lodge
Machu Picchu, Perú
El único hotel que puede presumir de estar dentro de Machu Picchu (el resto se encuentran en Aguas Calientes, el pueblito que está debajo de la montaña) compartiendo las vistas espectaculares.
La mejor parte es que al despertar no hace falta hacer ningún recorrido, sólo salir del hotel y entrar al sitio arqueológico.
Parador de Granada
Granada, España
Los Reyes Católicos mandaron construir, en 1495, recién concluida la reconquista, un convento sobre los restos del antiguo palacio nazarí. Es ahí, en lo que fue por mucho tiempo el convento franciscano, en uno de los extremos de la Alhambra, donde algunos afortunados viajeros duermen.
Aman Summer Palace
Beijing, China
El lujo y la sobriedad de Aman se mezclan con la riqueza de la cultura china en un hotel que se ubica a un costado del Palacio de Verano. Apenas 51 habitaciones se extienden en este palacio rodeado de jardines y patios. El spa es digno de una escapada y ofrece una hermosa alberca cubierta.
Marriott Mena House Hotel
El Cairo, Egipto
Jardines, albercas, terrazas, pero sobre todo las incomparables vistas de las pirámides de Guiza. Lo mejor sería quedarse en alguna de las 36 garden suites que son amplias y permiten disfrutar a cualquier hora del sitio arqueológico más famoso del mundo.
The Oberoi Amarvilas
Agra, India
Sólo 600 metros separan el Taj Mahal de la que seguramente es la más famosa propiedad de esta cadena de hoteles de lujo. Con una decoración que rescata el esplendor local, increíbles terrazas decoradas con fuentes y un superservicio, nada supera las vistas de esta joya arquitectónica india.
Ahilya Fort
Maheshwar, India
El príncipe Richard Holkar, hijo del último maharajá de Indore, convirtió en el año 2000 su mansión en un pequeño hotel. La casa, con casi cuatro siglos de historia, ofrece un acercamiento a la cultura local.
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