Déjame que el enlace de dos almas fieles
No admita impedimentos.
No es amor el amor
Que cambia cuando un cambio encuentra,
O que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.
¡Oh, no!, es un faro eternamente fijo
que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse;
es la estrella para todo barco sin rumbo,
cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.
No es amor bufón del Tiempo, aunque los rosados labios
Y mejillas corva guadaña sigan:
El amor no varía con sus breves horas y semanas,
Sino que se afianza incluso hasta en el borde del abismo.
Si esto es erróneo y se me puede probar,
Yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.- Soneto 116 William Shakespeare
No es casualidad que Shakespeare haya comparado el amor con un “faro eternamente fijo”. Estas construcciones son más que una simple torre con una luz brillante en la parte más alta; son edificaciones casi inalterables que avisan a los navegantes de cualquier adversidad en el camino. Pero, sobre todo, son el primer indicio de tierra firme después de semanas de estar en alta mar.
Por más que con el paso de los años la tecnología de los barcos haya avanzado considerablemente, siempre puede haber una fuerte tormenta y vientos que terminen por alterar el rumbo. Hay un momento, casi milagroso, en el que un pequeño destello de un faro inunda de calma a toda la tripulación; una luz que genera más tranquilidad que cientos de aparatos modernos.
Es por esto último que dichas construcciones han sobrevivido al paso del tiempo. Incluso hay algunos, como los que se encuentran en la siguiente lista, que tienen una historia que contar, por lo que se vuelven destinos.
Faro de Les Eclaireurs, Argentina
Si se investiga cuál es el faro del fin del mundo, muchos dirán que se trata de éste. Técnicamente eso no es correcto, sin embargo, se puede decir que es la torre más austral en términos turísticos. Muchas personas se ven atraídas a este punto por el impresionante paisaje que ofrece. La construcción se encuentra en un pequeño islote lleno de pingüinos y con las montañas argentinas de fondo.
Foro de San Juan del Salvamento, Argentina
Ahora sí, este es el faro más al sur del mundo y el más antiguo de Argentina. Si bien no se trata de una torre fácilmente accesible, vale la pena mencionarlo porque fue el primero en su tipo en ser edificado en el océano, por lo que sirvió como inspiración para Julio Verne, quien lo utilizó como escenario para su novela El faro del fin del mundo.
Torre de Hércules, España
El emblema del puerto de La Coruña. Aunque a simple vista la fachada de esta torre de 55 metros de altura puede parecer un tanto simple, lo cierto es que se trata del faro con gran importancia histórica, ya que fue construido por los romanos en el siglo I. Es por esto que fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Faro de Slettnes, Noruega
Se ubica por encima del paralelo 71 en un pequeño poblado llamado Gamvik, siendo el faro más septentrional de todos. Aquí es normal disfrutar eventos astronómicos como auroras boreales y el sol de medianoche. También es posible hospedarse en su pequeña habitación durante algunos meses del año.
Faro de Bell Rock, Escocia
El arrecife de la costa británica era el terror de los marinos debido a que provocaba el movimiento constante de las rocas. Sin embargo, las embarcaciones no tenían otra opción que navegar por esas aguas, pues se trataba de un lugar estratégico que lleva a los fiordos de la región. Por está razón, se optó por construir el faro en 1799 después de que 70 navíos naufragaran en la zona. Actualmente, se trata de la torre más antigua en funcionamiento del mundo.
Faro de Chania, Grecia
El puerto de Chania fue construido con dos objetivos principales: para el comercio y como una forma de control sobre el mar de Creta ante las amenazas de los piratas. En cuanto al faro que alberga, éste se edificó por los venecianos a finales del siglo XV con un marcado estilo egipcio. Aunque la estructura original fue destruída durante la ocupación turca, se restauró entre 1824 y 1832. Actualmente, su luz ya no funciona, por lo que sólo queda como un asombroso monumento de 21 metros de altura.
Faro de Tourlitis, Grecia
Se trata de una pequeña torre construida finales del siglo XIX sobre una roca rodeada de agua en la isla de Andros. Aunque sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, el faro fue restaurado en 1994, cuando se decidió automatizarlo. Por esta razón el sitio ya no cuenta con un guardia permanente, aunque recibe mantenimiento constante.
Faro de Whiteford Point, Gales
Esta construcción data de 1865 y, se cuenta, está hecha totalmente de hierro, por lo que es toda una hazaña que aún permanezca de pie hasta nuestro días. Quizá esto se deba a que, gracias a que baja la marea, no se encuentra sumergido todo el tiempo. Aunque el lugar se encuentra en el abandono, es un monumento sorprendente.
Faro de Split Rock, Minnesota, EE.UU.
Esta es la pieza central de una estación de luz del siglo XX que se erige sobre un acantilado de 40 metros con vista al lago Superior. Hoy en día funciona como un sitio histórico del estado de Minnesota en el cual se pueden recorrer el faro, la casa del encargado de la luz y los senderos que cruzan el parque estatal que rodea a la edificación.
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