Siete castillos italianos para ver una vez en la vida

Desde tiempos  remotos la historia de Europa se ha regido por una sucesión de reinos, imperios y ducados. De estas épocas antiguas permanece dos cosas: la Monarquía en Inglaterra y una serie de  castillos, fortalezas y residencias reales, que viven desperdigados por todo el viejo contiente.

Italia no es la excepción, este país, que antes se conformaba por reinos como el de Nápoles o el de Saboya, conserva construcciones cuya arquitectura aristocrática y ostentosa fue pensada en los cuantiosos ataques que había en la Edad Media. Construcciones eternas que le permiten a las mujeres y hombres del siglo XXI entender cómo se vivía en otros momentos.

Para recorrer la historia medieval y renacentista de esta nación mediterránea, seleccionamos los siete castillos en Italia que sobrevivieron a tiempos adversos y que hoy son tesoros arquitectónicos dignos de conocer.

Castello Estense

Ferrara

Este castillo de planta cuadrada fungió como la residencia de los Este; una familia de aristócratas que se dedicaban a coleccionar arte de finales del siglo XIV. Tras algunas revueltas en la ciudad, los Este mandaron construir este castillo rodeado de agua para proteger a su valiosa colección y su integridad. Hoy este espacio se considera Patrimonio de la Humanidad.

Castello di Miramare

Grignano

Este castillo se diseñó y construyó por encargo de Maximiliano de Habsburgo cuando la región italiana al norte del Mar Adriático aún era parte del Imperio Austríaco. El estilo de esta residencia mediterránea, terminada en 1860, mezcla las corrientes en boga del momento gótico, renacentista y medieval. El archiduque vivió aquí junto con su esposa, Carlota de Bélgica.

Castello del Valentino

Turín

Originalmente, este castillo era más pequeño, pero en 1630, María Cristina de Francia, la duquesa de Saboya, modificó la construcción para utilizarla como casa de campo. Así, añadió pisos y mandó construir las torres que le dan su forma de herradura. Tiempo después esta edificación  fue saqueada y abandonada, hasta que la academia la recuperó. Hoy es la facultad de arquitectura del Politécnico de Turín.

Castello Sforzesco

Milán

En realidad este castillo fue inicialmente una fortaleza construida en 1370. Sin embargo, después de un siglo el duque milanés Ludovico Sforza lo utilizó como residencia, y se enfocó en su diseño y  decoración. Dentro  hay frescos de Leonardo da Vinci en varias habitaciones del castillo y detrás está el parque Sempione, un lugar preciso con jardines, caminos y un lago.

Castello di Racconigi

Racconigi

Esta fue la residencia de descanso de los duques de Saboya y más tarde del rey de Cerdeña. Esta construcción de aproximadamente mil años se ha modificado con cada generación. Desde el siglo XVIII, se le agregaron pabellones, tejados y torres, y se decoró en el interior con un estilo neoclásico. El último personaje real que lo habitó fue Humberto II, el último rey de Italia.

Castello Scaligero

Sirmione

La familia Scaligeri reinó en Verona durante los siglos XIII y XIV, y un lugar estratégico para edificar sus fortalezas era el lago de Garda. De una serie de castillos en la región, el más importante fue el de la comuna de Sirmione, pues al estar rodeado de agua controlaba el puerto. Hasta la fecha, la única forma de acceder el castillo es por agua o mediante puentes levadizos.

Castello della Guaita

San Marino

Estrictamente este castillo se ubica en el Estado soberano de San Marino, uno de los más antiguos del mundo. Su construcción pentagonal es interesante: está en la estrecha cima del Monte Titano con una vista panorámica de la ciudad. Aunque se construyó como fortaleza en el siglo XI, este castillo se utilizó como prisión y hoy en día es el Ayuntamiento sanmarinense.

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