Si uno visita el puente de un crucero moderno –ese centro de comando donde el capitán y su equipo manejan el barco– parece un centro de cómputo más que el cuarto lleno de mapas que algunos imaginan. En este espacio hay todo tipo de maquinas que cumplen toda clase de funciones. También hay, casi arrumbada, sin que nadie la note, una mesa con aparatos para leer las estrellas y brújulas.
Y es que aunque el marinero contemporáneo cuenta con muchas más herramientas que los antiguos navegantes pero, al estar en medio del mar no puede depender de aparatos electrónicos. Una falla eléctrica a bordo y estarían perdidos sin los aparatos análogos de esa mesa.
¿Cómo se navegaba en un mundo sin brújula?
La humanidad ha navegado desde hace miles de años, orientándose siempre con el sol y las estrellas. Pero ¿qué pasaba cuando se nublaba el cielo? Por mucho tiempo, las civilizaciones se limitaron a viajar por ciertas épocas o regiones en las que tenían la certeza de que no haría nubes gran parte del día, lo cual dejó muchas áreas inexploradas.
Los vikingos, por ejemplo, conocían muy bien sus fiordos, pero les era complicado ir más lejos por el clima. Hasta que (según un artículo publicado en la revista Royal Society Open Science) descubrieron que podían ocupar cristales (que ellos llamaban sólarstein) que les ayudaban a navegar incluso en climas nublados. No obstante, esa técnica tenía sus problemas ya que dependía de demasiadas variables para funcionar.
La brújula, en cambio, funciona con un principio muy sencillo: una aguja imantada que apunta hacia el polo norte. Nada puede fallar.
¿Dónde se inventó la brújula?
Los primeros en darse cuenta de las propiedades de la magnetita fue la civilización china. Este mineral tiene la capacidad de imantar objetos de hierro, entonces se percataron que si los ponían a flotar sobre paja en el agua, siempre apuntaban hacia el sur gracias a la atracción de los polos magnéticos.
Para entender mejor este concepto, recomendamos ver el tercer capítulo de la serie de National Geographic, One Strange Rock.
La fecha de aparición de un artefacto de esta naturaleza no es muy clara. La referencia más antigua al magnetismo en la literatura china se encuentra en un libro del siglo IV llamado Libro del jefe del valle de los demonios. En tanto que la primera alusión a un dispositivo magnético usado como señalador de direcciones está en un libro de la Dinastía Song con fechas de 1040 – 1044.
¿Cómo llegó la brújula al resto del mundo?
Como la pólvora, especias y muchas otras cosas provenientes de China, la brújula llegó a Europa (y de ahí al resto del mundo) gracias a la Ruta de la Seda. Una vez en el vielo continente, el artefacto sufrió una de sus transformaciones más importantes: dejó de necesitar el agua para girar en su propio eje y señalar el norte. De esta manera se convirtió en un aparato mucho más portátil y estético.
¿Invento chino u olmeca?
Si bien la teoría aceptada generalmente es que la civilización china fue la que inventó la brújula, el historiador John B Carlson publicó un artículo –“Lodestone Compass: Chinese or Olmec Primacy? Multidisciplinary Analysis of an Olmec Hematite Artifact from San Lorenzo, Veracruz, Mexico”– en el que describe cómo es que se encontró un artefacto olmeca de magnetita que funcionaba de forma similar a una brújula. Esto ha generado teorías en las qu los olmecas podrían haber descubierto y usado una brújula de magnetita desde antes del año 1000 A.C.
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