Una vuelta alrededor del mundo a través de los desayunos

La forma en la que empezamos el día define muchas cosas de nuestro futuro inmediato. La hora a la que abrimos los ojos, los primeros pensamientos de la jornada, decidir la ropa que vamos a usar o controlar la temperatura del agua, determinan cómo viviremos la tarde y la noche. Y aunque todas las actividades de la mañana  son fundamentales, quizá la más importante es el desayuno. Ese grupo de alimentos que nos provee de energía y nutrientes para realizar nuestras actividades diarias. Dicen los científicos que no comer nada en las primeras horas provoca fatiga y pérdida de energía.

Pero además de los beneficios para la salud, los desayunos son un gran referente cultural. Cada país tiene su propia concepción de este alimento. Por esta razón nos aventuramos en un viaje gastronómico en el que exploramos los diferentes sabores y caras que tiene la primer comida del día en algunas regiones del planeta.

Europa

Inglaterra

El desayuno completo inglés es uno de los más famosos en el mundo. La versión más tradicional de este plato consiste en huevo, tocino, salchichas, frijoles con tomate, pan tostado y como es típico en el Reino Unido, una taza de té negro. Terminarse esta comida es todo un reto.

Francia

Aquí la tradición es un desayuno más dulce. La gente no acostumbra a comer cosas saladas tan temprano, por lo que lo más tradicional es una taza de café o té acompañada de un croissant con mantequilla, y listo: los franceses ya pueden comenzar el día.

Holanda

Si de desayunos dulces hablamos, los que mejor los saben hacer son los holandeses. Para iniciar el día ellos comen un pan tostado con mantequilla o algún tipo de crema, mermelada o queso, con chispas de chocolate o dulce. El platillo hasta tiene un nombre: hagelslag.

Asia

Sri Lanka

El desayuno en este país consiste en un idiyappam (fideos de arroz enrollados en espiral) con un curry, dhal, chatni y de picante sambal.  En Sri Lanka se usan las manos para comer, los locales usan derecha para mojar los fideos en las diferentes opciones.

Shanghai

Unos dumplings rellenos de sopa es la comida típica para iniciar los días en esta parte de China. Conocidos como Xiao Long Bao, estas pequeñas bolas de masa contienen líquido en el centro, por lo que la forma correcta de comerlos es vaciar su contenido en una cuchara, esperar a que se enfríe un poco y ya después ingerir.

Líbano

El manakish, manaeesh o manakeesh es un alimento tradicional en Líbano. Se sirve a la hora del desayuno y consiste en una tostada o pan para pizza al que se le añaden varios ingredientes. El más popular es el que contiene zumaque, tomillo y un poco de aceite de oliva.

América

Colombia

Tomar una taza de café es algo obligado a la hora de desayunar en este país sudamericano. Para acompañar a la bebida caliente hay un pan de queso tradicional llamado pandebono.

Brasil

Para los brasileños el desayuno es algo más bien ligero, por eso  los primeros alimentos para comenzar el día consisten en una taza de café o jugo, un poco de fruta (en especia papaya) y un pan tostado.

Estados Unidos de América

Si hay un desayuno famoso en el mundo es el americano. Unos pancakes acompañados de unos huevos revueltos, un poco de tocino y jugo de naranja.

México

La variedad es diversa: va desde cosas simples como quesadillas, hasta barbacoa y tamales. Pero si hay un plato verdaderamente popular son lo chilaquiles. Ya sean dentro de un bolillo o acompañados de huevos, carne o pollo, estas tortillas con salsa siempre serán una buena idea para comenzar el día. 

África

Nigeria

En este país un desayuno práctico y rápido es primordial. El más conocido es el akara, una clase de buñuelos acompañados por ogi; una papilla de cereales fermentados.

Marruecos

El desayuno en esta parte del mundo es una mezcla de tradiciones árabes y francesas en las que no puede faltar el pan. Los platos más populares son el khubz marroquí y el harcha, los cuales se acompañan de mantequilla, mermelada, quesos, miel o aceite de oliva. 

Egipto

El full medames es el desayuno que usaban los faraones egipcios. Este platillo ha logrado mantenerse hasta nuestros días; se trata de un  puré de habas con aceite de oliva, perejil, cebolla, ajo y zumo de limón, al que se le añade un pan plano caliente, verdura encurtida y rúcula. 

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