Tal vez fueron las historias sobre el más allá que Nana Mary le contó durante su infancia, la influencia de la atmósfera medieval de Lancaster, Inglaterra (lugar donde nació) o el encanto de los colores y tradiciones de México (país que la adoptó). Quizá fue su peculiar gusto por las lecturas fantásticas y esotéricas o una mezcla de todo lo anterior. Cual fuera el origen de su ingenio, lo cierto es que el arte de Leonora Carrington plasma de una manera única la forma en la que admiraba y entendía la vida.
La artista se distinguió por ser una viajera. Expuso en grandes museos y en países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Japón, Brasil, España y México. Por esta razón no es de sorprender que varias de sus obras se encuentren esparcidas por el mundo. En honor a esto hemos seleccionado algunos cuadros surrealistas de Leonora que se pueden apreciar por varios continentes.
Autorretrato
MET, Nueva York
La Gran Manzana es una ciudad en la que el arte está en todos lados y los museos no son la excepción. Entre todos destaca el MET que alberga una de las colecciones más completas del planeta. Entre todas las joyas que tiene el recinto podemos encontrar este cuadro de Leonora Carrington que forma parte de los ejemplares que tiene pinacoteca. La pintura resume la percepción de Leonora Carrington acerca de su propia feminidad.
El mundo mágico de los mayas
Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México
México y esta multifacética artista tuvieron una estrecha relación, por lo que se pueden encontrar en el país alguna de sus piezas más fascinantes. En 1963 el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México le encargó un mural para la sala etnográfica de la cultura maya. Para hacerlo, la artista se inspiró en una estancia breve que tuvo en Chiapas y en las experiencias que vivió con las culturas indígenas del estado.
5 esculturas monumentales
Museo de Leonora Carrington, San Luis Potosí
En San Luis Potosí hay un recinto dedicado al universo surrealista de la inglesa. El museo alberga joyas, litografías y muchas de sus figuras. En este sitio se encuentran cinco de sus esculturas más emblemáticas. Destacan: La Inventora del atole (en la entrada del sitio), un ciervo con traje de monje en el portal, un gato y cinco grullas en el patio central.
Bird Bath
Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach, California
En este cuadro, la artista nos lleva hasta su lugar de nacimiento en Inglaterra. Los colores de la obra, las vestimentas e incluso la estructura al fondo de Bird Bath emulan el hogar de la infancia de Leonora Carrington, Crookhey Hall, un edificio decorado con piezas ornamentales de aves.
Cocodrilo
Ciudad de México
Carrington se distinguió no sólo por sus pinturas, también por su trabajo en joyería y escultura. En 2005, la Ciudad de México la declaró Ciudadana Distinguida y le entregó las Llaves de la Ciudad; a cambio de este nombramiento, la artista donó la escultura Cocodrilo, la cual fue colocada primero en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec y después en Avenida Paseo de la Reforma a la altura de la calle Havre.
Transferencia
TATE Modern, Londres
Leonora Carrington hizo de México su segundo hogar. Entre las calles de nuestro país desarrolló gran parte de su potencial artístico y no paró de crear esculturas hasta el año en que falleció. Esta pieza es una prueba más de sus obsesiones y de como a pesar de ser de dos países podía retratar emociones universales. Quizá por eso este cuadro que hizo aquí, vive en el Tate de Londres.
The Temptation of St. Anthony
Museo del Prado, Madrid
El Museo del Prado es una parada obligada en Madrid, y este cuadro es una prueba de ello. Se trata de una reproducción de la vida de San Antonia. Esta obra juega con el espectador y le permite crear sus propios sentimientos en torno a la famosa tentación.
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