Topher White y los sonidos de la selva

Un proyecto que busca salvar a las selvas del mundo utilizando tecnología reciclada. Esta es la historia de cómo Topher White ha conseguido una manera de escuchar lo que está pasando en las más remotas selvas tropicales del planeta.

14 Dec 2020
Topher White y los sonidos de la selva

©Rolex/Stefan Walter

Cada segundo se pierde una hectárea de bosque tropical en el mundo, una cifra escalofriante según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Y aunque hay muchos factores que contribuyen a la deforestación, la tala indiscriminada continúa siendo el principal responsable. Hallar mecanismos que nos ayuden a combatir de manera efectiva a estos piratas de la madera es crucial pero su ubicación remota, el difícil acceso y el poco control que tienen las comunidades en esta zonas dificulta esta labor. A propósito de esto, Topher White, laureado asociado de los Premios Rolex a la Iniciativa 2019 cuenta que fue durante unas vacaciones en Borneo, donde la idea le vino a la cabeza.

Topher White cruzando una plantación de aceite de palma rumbo a la selva para colocar “Guardián de los Bosques”. ©Rolex/Stefan Walter

Estando dentro de una reserva, supuestamente protegida, se encontraron con una tala ilegal. Los guardabosques le explicaron que muchas veces les resultaba imposible encontrar las áreas del bosque que estaban siendo deforestadas pues los sonidos de las sierras se perdían entre cientos de sonidos más. 

Guardián de los Bosques

La herramienta de White es relativamente sencilla. Un teléfono celular antiguo adaptado para recargarse con energía solar y protegido en una cajita. Este aparato se coloca en lo más alto de las copas de los árboles para escuchar los sonidos de la selva y se transforma en un «guardián del bosque» («Forest Guardians»). Estos ruidos se registran y se interpretan. Y están cargados de información. White se dio cuenta también que la red de teléfonos funcionaba incluso en el medio de la nada, y ni siquiera hacía falta desarrollar nada nuevo, simplemente utilizar lo que ya estaba ahí: teléfonos en desuso, una red inalámbrica y cientos de árboles donde colocar los dispositivos. Su proyecto, Rainforest Connection (RFCx) ya funciona en nueve países, de cinco continentes, y cubre casi 3000 kilómetros cuadrados de bosque tropical.

Topher White se prepara junto a los guardabosques para subir a instalar sus equipos. ©Rolex/Stefan Walter

Aunque como seres humanos nuestra naturaleza suele privilegiar la vista, cuando queremos entender o resguardar algo, White explica que el sonido es una manera mucho más completa de tener información de lo que está sucediendo dentro de la selva. Se registra la tala ilegal pero también, los animales y todo lo que habita en estos ecosistemas.

Topher White programando “Guardián de los Bosques” desde lo alto de las copas de los árboles en la Reserva Canandé. ©Rolex/Stefan Walter

White ha comenzado a implementar su proyecto en el Chocó, una región de Ecuador donde se calcula que han perdido ya 95% de los bosques y selvas. Ese 5% restante, no está a salvo. De la mano de locales, White y su equipo se han encargado de ir tendiendo una red de oídos artificiales para poder monitorear lo que está sucediendo en en el bosque.

«La tecnología Rainforest Connection ha superado la fase de ensayos y se encuentra en expansión con más de 60 nuevos proyectos en curso. RFCx espera poder actuar sobre 6000 kilómetros cuadrados de ecosistemas amenazados produciendo el equivalente a 450 años de audios a lo largo de los siguientes 24 meses. Se espera que los efectos que esto pueda tener en la conservación y la investigación se vean triplicados. La cantidad de terreno protegido será el equivalente a retirar 6 millones de coches de la carretera, a 400 millones de árboles protegidos y a 30 millones de toneladas de CO2 retenidas» explicó White.

Analizar los resultados

El resultado ha sido increíble pues la cantidad de ruidos y de información es abrumadora. Utilizando la más sofisticada tecnología y echando mano de inteligencia artificial el proyecto ha ido desentrañando los sonidos y con ellos, regalando a otros científicos e investigadores datos e información valiosa. «Nos asociamos con tribus locales, ONGs y grupos comunitarios a los que enviamos avisos para que puedan presentarse en el lugar y detener la actividad ilegal en tiempo real y sobre el terreno», explica White.


Topher White y José Manuel Anapa ajustan “Guardián de los Bosques”. ©Rolex/Stefan Walter

Soluciones como ésta, desarrolladas desde la ciencia pero aplicadas a nivel de tierra, con la gente que habita aquí, son la única manera de detener una amenaza que de otra forma podría acabar con todos estas selvas para 2100. Perder las selvas no significa nada más que desaparezcan los ecosistemas y la riqueza de flora y de fauna que en ellos habitan significa también perder los pulmones que regular la salud de nuestro planeta. Para White hay algo también importante en difundir y compartir su idea. Más allá de la emoción de querer crear algo nuevo y sofisticado muchas veces la solución está delante de nosotros y los recursos también, solo es necesario saber verlo desde otro ángulo. 

La información que captura “Guardián de los Bosques” se sube directamente a la nube. ©Rolex/Stefan Walter

Puedes conocer más sobre este y otros proyectos que buscan mejorar nuestro mundo en Rolex.

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