Todavía es temporada para esquiar

Más allá de Whistler, Aspen, Zermatt y Vail existen otros resorts de esquí canadienses, ideales para vivir unos días entre la nieve.

12 Apr 2018

Al pensar en nieve, vienen a la mente destinos como Whistler, Aspen, Zermatt y Vail. Pero existen otros territorios, menos explorados, ideales para vivir la experiencia de habitar un ambiente bajo cero.

Entre ellos están las montañas del Valle de Okanagan, que reciben a los viajeros que buscan un lugar para esquiar con la familia.
Dos destinos principales coronan un lado distinto del valle, por un lado está Big White y por el otro Silverstar.

Donde habita la calma:

Big White es un pueblo a la mitad de la montaña, un resort “ski in-ski out”, donde uno puede —literalmente— salir esquiando de su hotel para llegar al lift.
Cuenta con 15 lifts a lo largo y ancho de la montaña, en promedio caen 750 cm de nieve al año y con 3,052 hectáreas de terreno.
Tiene 118 pistas, de las cuales 18% son para principiantes, 54% para intermedios, 22% para expertos y 6% son denominadas extremas.

La aldea es pequeña pero cuenta con todo lo que uno requiere para esquiar y pasar unas vacaciones cómodamente.
Snowshoe Sam’s, Blarney Stone, Happy Valley y BullWheel, son algunos restaurantes y bares que recomendamos.

Lo característico de este lugar es la cima de la montaña y sus famosos “snow ghosts”, pequeños árboles sepultados por la caída de nieve. Cuando uno está en la cumbre tiene una vista panorámica del valle (que en el verano es visitado por sus viñedos) y su lago.

La experiencia de un local:

Con un ambiente más íntimo y familiar se encuentra, del otro lado del valle (a 1 hora en coche), Silverstar. Esta pequeña aldea inspirada en los antiguos pueblos mineros regionales resalta por su colorido.
Las 132 pistas disponibles (15% son para principiantes,  40% para intermedios, 35% para expertos y 10% extremas) se dividen en dos lados de la montaña, y los 11 lifts te llevan a cada una.

Comparte muchas características con Big White pero la atmósfera es completamente diferente.
Comedores comunales en los que los esquiadores se reúnen todas las noches para compartir sus experiencias —en ambos resorts es posible esquiar de noche—, las pequeñas pero encantadoras tiendas de souvenirs, y el siempre amable carácter de los canadienses que te hacen sentir como un local.
Entre sus amenidades está la posibilidad de hacer un recorrido en un trineo jalado por caballos para llegar a una cena en una cabaña a la mitad del bosque de la Columbia Británica, experiencia que el viajero no se puede perder.

Además de esquiar en nieve, las actividades invernales que uno puede realizar aquí son el snowshoeing (cruzar el bosque con zapatos especiales), tubing (deslizarse por bajadas estilo resbaladilla), escalada en hielo, trineo jalado por perros, entre muchas otras más.

La Columbia Británica está lista para recibir a los viajeros que se hayan quedado con las ganas de esquiar en nieve este año o aquellos que estén planeando su viaje para la siguiente temporada.

¿Cómo llegar?

Ambos destinos comparten un mismo aeropuerto, el de la ciudad de Kelowna. Air Canada tiene vuelos directos entre la Ciudad de México y Vancouver, y estando en Vancouver la misma aerolínea te lleva a cualquier parte del país con conexiones de vuelo muy sencillas.

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