Aunque románticamente podríamos decir que viajar es una aventura, lo cierto es que ahora no es solamente eso. La aventura nos espera, claro, y es casi imposible que en un viaje no surja al menos algo inesperado. Sin embargo, también es cierto que en esta época de Internet, buscadores, redes sociales y GPS, otra cosa casi imposible es no saber absolutamente nada del lugar adonde queremos viajar. Lo más probable, por el contrario, es que justo hayamos elegido tal o cual destino porque vimos una foto en Facebook, porque un amigo nos mandó una nota al respecto, porque quizá alguien nos lo recomendó muchísimo y ese mismo día buscamos toda la información posible en la red.
Viajar ha cambiado mucho en nuestra época, pero aún así es posible encontrar una suerte de recurrencia en ciertas formas de viajar.
A continuación enlistamos 7 posibles tipos de viajeros que, pensamos, han surgido con el cruce entre viejos hábitos y nuevas prácticas. Si te identificas con alguno o crees que existen otros que no incluimos, no dejes de compartirnos tu opinión en nuestras redes sociales.
El coleccionista
Un verdadero Indiana Jones de la era digital en quien se combinan conocimiento, curiosidad y afán de aventura. Sea que coleccione objetos, experiencias, historias que contar o detalles que presumir, este viajero antes se documentó lo suficiente para llegar a ese sitio que solo los locales conocen, el lugar donde sirven una comida única, con la mujer que hace cierta labor artesanal como nadie más.
(Foto: Unsplash / Artificial photography)
El techie
Cámara digital: lista. Ruta GPS: lista. Sincronización de apps: lista. Los hashtags más apropiados para la ocasión: listos. Este tipo de viajero y la tecnología son uno mismo, así que la travesía es una suerte de documentación en tiempo real para todos los seguidores de sus redes sociales.
(Foto: Unsplash / Andrew Ly)
El sabelotodo
Quizá se trate de alguien que ya viajó a ese lugar muchas veces. Quizá su familia es de ese lugar. Puede ser también que memorizó todas las guías turísticas al respecto y las respuestas de todos los foros de Internet donde otros turistas hicieron preguntas y manifestaron algunas quejas. Como sea, este viajero lo sabe todo de un lugar: dónde comer, dónde hospedarse, dónde pasar la tarde, dónde pasar la noche, cómo hablarle a los taxistas, qué horarios son los mejores para realizar cierto paseo, etc. Puede ser molesto, en efecto, pero también muy útil.
(Foto: Unsplash / Michal Parzuchowski)
El olvidadizo
Tristemente, este tipo de viajero existe. Aquel que olvida desde empacar ropa interior hasta llevar consigo los boletos de abordaje o el pasaporte.
(Unsplash / Quentin Dr)
El carga-con-todo
Hay viajeros o que tienen especial apego por sus posesiones o que piensan que acuden a un lugar donde no hay absolutamente nada, ni uno solo de los descubrimientos de la civilización, por lo cual, siempre que se trasladan a un lugar lejano (a más de dos horas de su hogar), llevan lo más posible que les evite extrañarlo.
(Foto: Unsplash / adrian)
El carga-con-nada
En contraste, hay quienes no importa que viajen por un par de días o por un par de meses, llevan consigo siempre una maleta minúscula, y acaso incluso puedan presumir el honor increíble de nunca haber tenido necesidad de documentar equipaje.
(Foto: Unsplash / Joshua Earle)
El peregrino
Hay quienes viajan para encontrar respuestas. Como los peregrinos de antaño, pareciera que los impulsa un propósito superior, más allá incluso de sí mismos. Usualmente viajan solos, incluso si lo hacen acompañados. Y esto no es un koan. ¿O sí?
(Foto: Unsplash / Monty Lov)