De los más de 30 eventos astronómicos que habrá durante 2019, febrero tiene uno de los más esperados; la Luna de nieve o Luna de hambre. Esto significa que el día de mañana el astro no sólo estará más brillante de lo habitual, sino que se apreciará de mayor tamaño desde la Tierra. Este evento se podrá ver desde las 9:53 a.m., pero seguirá visible durante toda la noche.
Superlunas explicadas por la astronomía
Al igual que la Tierra gira alrededor del Sol, la Luna orbita nuestro planeta de forma elíptica. Esto permite que haya momentos en los que el astro se acerque más al mundo que otros; así por simples leyes de la física se ve más grande. A este evento se le conoce como perigeo, y sólo cuando éste coincide con la fase llena del satélite se convierte en Superluna.
En esta ocasión, el satélite natural de la Tierra tocará el perigeo más próximo a la superficie terrestre: sólo se interpondrán 356,761 kilómetros de espacio entre ambos cuerpos celestes. La Luna podrá observarse un 14% más grande y hasta 30% más brillante que una microluna; un término que hace referencia al apogeo, que sucede cuando el astro se encuentra en el punto más remoto de la Tierra.
Luna de nieve o de hambre
Cada superluna recibe un topónimo dependiendo del mes en que aparezca. La de mañana recibe el nombre de luna de nieve o de hambre. El origen del apodo se remonta a 500 años atrás cuando las culturas nativas norteamericanas asociaban los astros con fenómenos en la tierra, como las estaciones o los ciclos de reproducción de los animales.
Fue así que asociaron el satélite con el frío del invierno en Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, Luna de hambre nació de la dificultad de cazar y obtener comida durante las heladas.
Un ciclo que se repite
En 2019, las superlunas llenas caen en enero, febrero y marzo y las superlunas nuevas (cuando el perigeo coincide con esta fase) sucederán en agosto y septiembre. Este ciclo se repite cada 13 meses con 18 días.
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