Este 2020 se cumplirán tres años de aquel temblor que sacudió a México como nada lo había hecho desde 1985. El desastre natural derrumbó edificios y casas, y provocó daños en mil 800 construcciones consideradas patrimonios de humanidad; entre ellas algunas zonas arqueológicas en Oaxaca como Monte Albán y Atzompa.
Tras la emergencia, y con la ayuda del World Monuments Fund (WMF), surgió el Proyecto de Conservación a los Daños por los Sismos de 2017; y en enero dieron a conocer los avances hechos hasta el momento: en la zona de Atzompa ya finalizaron las labores en las seis edificaciones que resultaron afectadas, mientras que Monte Albán, por otro lado, continúa en situación delicada.
¿Por qué es tan difícil la restauración de Monte Albán?
Hace más de 20 años, un sismo en Puerto Ángel afectó toda la región oaxaqueña. A raíz de eso se descubrió que, debido a las condiciones del subsuelo, la Plaza Principal de la zona arqueológica tiende a desplazarse hacia el este, donde el terreno se desploma hacia una barranca. Dicho comportamiento se acentuó durante los temblores de septiembre de 2017 y causó desperfectos en 13 edificios de la antigua ciudad zapoteca.
A eso hay que sumarle la humedad que existe al interior de la construcción, misma que disgrega el material original y hace más difícil cualquier trabajo de conservación. Hasta ahora, se sabe que los espacios más afectados son el Juego de Pelota, con el colapso parcial de dos muros del cabezal sur, y los edificios A y P.
Una oportunidad para conocer más de esta cultura
Por suerte no todo son malas noticias, y es que gracias a las tareas de rehabilitación, análisis históricos sobre el sistema constructivo, excavaciones arqueológicas y asesorías por parte de geólogos e ingenieros, los investigadores están obteniendo información nueva que podría ayudar a entender mucho más la cultura zapoteca.
Ejemplo de ello fue la intervención al drenaje pluvial más importante del área norte de la Plaza Principal, el cual había sido sellado por los propios zapotecas al abandonar la ciudad. Lo anterior sirvió para realizar pozos arqueológicos que revelaron datos de las épocas de construcción de estos sistemas de gestión de agua.
¿Qué más podemos hacer en Monte Albán?
Después de caminar entre los edificios de la urbe prehispánica (que en su auge fueron casa de cerca de 35 mil habitantes), se puede aprovechar para realizar una visita al Museo de Sitio de Monte Albán. En este recinto se inauguró una exposición conformada por alrededor 20 fotografías que muestran los trabajos de conservación que se están realizando.
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