¿Por qué unos somos mejores que otros para madrugar? ¿Cómo sabe nuestro cuerpo cuándo es hora de irse a dormir? ¿Cómo afecta el jet lag nuestros patrones de sueño? Estas, y muchas otras preguntas, podrán responderse muy pronto gracias a las investigaciones de tres científicos norteamericanos que han dedicado su vida a estudiar el tiempo biológico y el reloj interno de los seres vivos. Razón por la cual han obtenido este año el Premio Nobel.
Este descubrimiento explica cómo plantas, animales y humanos adaptamos nuestro ritmo biológico para que se sincronice con las vueltas de la tierra.
Las investigaciones se hicieron utilizando moscas de la fruta (que comparten una genética similar a la del ser humano). Los científicos consiguieron aislar un gen que controla el reloj biológico y encontraron también cómo mide el paso del tiempo.
Este gen contiene una proteína que se acumula durante la noche y que se libera durante el día. En ese ciclo de “sube y baja” la mosca sabe cuando dormir y cuando despertarse. Este ritmo circadiano funciona de manera muy similar en los humanos.
La clave ha sido explicar cómo funciona este mecanismo —ritmo circadiano— de manera auto regulatoria y auto suficiente.
Gracias a este estudio se podrán entender muchos trastornos del sueño.