Arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registraron, a 15 metros de profundidad de la Isla Santa Margarita, Baja California Sur, el único submarino histórico hallado, hasta este momento, en aguas nacionales. Se trata del USS H-1 (SS-28) construido en 1909 en San Francisco, California (EU); un su tiempo fue la estrella de la marina norteamericana gracias al patrullaje que hacía en la costa atlántica de Long Island durante la Primera Guerra Mundial.
Según registros históricos, el 6 de enero de 1920 el USS H-1 y el H-2 emprendieron su regreso a California, cruzando por el canal de Panamá. Sin embargo, a mediados de marzo quedaron atrapados en medio de una tormenta en aguas sudcalifornianas, con nula posibilidad de maniobra. El H-1 encalló a 365 metros de Punta Redonda, en Isla Santa Margarita (conocida por ser una zona de brumas). Aunque el H-2 logró cambiar curso, no pudo auxiliar al H-1.
Pese a las labores de salvamento por parte de la armada norteamericana (días después), el submarino se fue a pique. Tuvieron que pasar casi 100 años para que el casco –una especie de leyenda urbana– fuese descubierto por fin.
De acuerdo con informantes locales, el H-1 se había vuelto a ver hacía tres años, cuando pobladores de Puerto Alcatraz guiaron a un pescador deportivo a lo que ellos pensaban era una roca. El sitio fue víctima de saqueo ya que múltiples personas se llevaron piezas de bronce que había en su interior. Esto sucedió hasta que el fotorreportero Alfredo Martínez lo relocalizó y dio aviso al INAH. A partir de entonces, se han realizado dos temporadas de inmersiones: la primera en 2017 con una exploración de reconocimiento a poco más de 14 metros de profundidad. En esta expedición se tomaron fotografías y medidas generales. También se concluyó que, de popa a proa, la embarcación mide 44.30 metros.
En 2018 y ya confirmada la antigüedad y valor histórico de la embarcación, la segunda exploración permitió hacer un registro puntual del submarino. Para esto se utilizó por primera vez en México la fotogrametría en una embarcación completa. Con este método se pudo ver el submarino en tercera dimensión; un prototipo que más adelante servirá para monitorear su estado de conservación y para identificar eventuales áreas de saqueo “hormiga”.
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Foto de portada: Cortesía INAH
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