El asombroso universo de papel picado de Humberto Spíndola
Humberto Spíndola es un artista mexicano del papel picado que desde su juventud ha buscado reinventar esta técnica artesanal.
POR: Frida
Colorido y lleno de huecos que crean figuras típicas, así es el papel picado. Una manifestación artística y cultural que cada 2 de noviembre está presente como ornamento de las tradicionales ofrendas de Día de Muertos. Este ancestral arte (que vive de crear universos en papel) es tan antiguo como los altares mismos, y a lo largo del tiempo ha sido manipulado por multitud de manos en diferentes épocas y diferentes regiones.
Un ejemplo notable de esto es Humberto Spíndola; un artista mexicano del papel picado que desde su juventud, y a través de la creación de fachadas, estructuras y vestuarios populares, ha buscado reinventar la técnica artesanal del papel y la ha llevado a un plano artístico sin perder su significado histórico.
Y aunque toda su obra es increíble, sin duda su trabajo más representativo es el que hace al montar ofrendas del Día de Muertos. Por ello, el Victoria and Albert Museum de Londres recientemente lo invitó a presentar su trabajo en el marco de la exposción de Frida Kahlo que se realiza en el recinto londinense. En honor a esto Spíndola abrió las puertas de su taller a los socios de Club Travesías para que fueran los primeros en ver lo que el artistas mexicano tiene preparado. Aquí les dejamos la crónica de este encuentro.
Creador de personajes
A la entrada del taller de Spíndola, una figura blanca, flaca y cadavérica recibió a los visitantes. Se trata de La Catrina, la cual fue elaborada con papel de China por el artista y es una réplica exacta del personaje que pintó Diego Rivera en su famoso mural: Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Al respecto Humberto dijo:
“Durante la presentación de una exposición en el Museo Mural Diego Rivera, me pidieron que hiciera algo diferente a propósito del Día de Muertos. Les propuse sacar a La Catrina del muralista de su lienzo. Confeccioné y reproduje el vestido. El día de la presentación apagamos las luces y la actriz que portó el vestuario se movía poco a poco de la pintura. Todo el mundo se sorprendió y al mismo tiempo estaban temerosos de lo que veían: la mismísima muerte saliendo de un mural”, cuenta Spíndola.
Después de eso, comentó que todos le pedían que hiciera a la muerte una y otra vez, pero él siempre dejaba algo muy claro: “Yo no hago disfraces, creo personajes”. Era tal el realismo que imprimía sus creaciones que en el año 2002 la ópera de Heidelberg y Lucerna le pidió que hiciera el vestuario para Motezuma de Antonio Vivaldi. Su trabajo lo hizo acreedor en 2007 al premio Cuadrienale de Praga y le abrió las puertas a un sinfín de museos, como el Petit Palais de París, el Museo de Artes Decorativas de Helsinki y el Museo Internacional de Hannover.
El proceso artístico de Humberto Spíndola
En el taller del artista hay todo un instrumental quirúrgico que hace posible la magia de sus figuras: tijeras de todos tamaños y filos, reglas de todas las formas, pinceles manchados en la punta de pintura seca, matraces con sustancias que quitan la acidez del papel y pegamentos de todas densidades. Una mezcla entre un laboratorio y un estudio de corte y confección.
Sobre las mesas forradas de papel milimétrico yacen los objetos que llevará a la exposición: cirios, procesiones, pan de muerto, tumbas, talaveras para las fachadas y las flores de cempasúchil de papel. Absolutamente todo el inmobiliario y los materiales de montaje cabrán en su maleta de viaje: “Trabajar el papel es tan ligero, delgado y dócil que nunca se ha maltratado en el equipaje; confío en mi buena suerte y en que la maleta de viaje no termine en Argentina”, bromea el artista mientras desdobla las talaveras de papel que tiene ya acomodadas en su equipaje.
Spíndola es un artista experimental que fue descubriendo poco a poco las propiedades del papel. Conoce todos los procesos de elaboración de este material en diferentes culturas y esto le ha permitido experimentar con las texturas, pigmentos y pegamentos.
Para él, el arte no debe ser aquello que los libros dicten como arte: “No me interesa ser un burócrata del arte, al final resulta ser muy cuadrado y estático; el verdadero arte es sólo aquel que se hace con una técnica sofisticada y el material de calidad apropiado, eso es lo que busco en mis exposiciones. Arte con técnica y personalidad”, concluye.
***
También te recomendamos
Aparta la fecha: abre el nuevo Museo Leonora Carrington en Xilitla
Visita al estudio de Miguel Ángel Rojas
La Torre Latino estrenará una asombrosa plataforma de cristal para ver la ciudad
Especiales del mundo
Travesías Recomienda
También podría interesarte.