¿Cómo viajaremos mañana? Regresar a lo local
Tras meses de encierro, si imaginarse ir a un restaurante es extraño, ¿qué sucede con viajar? La respuesta tal vez está en lo local.
POR: María Pellicer
Nos encontramos justo en el punto medio de este confinamiento: atrás quedó el primer mes de encierro y delante hay por lo menos 30 días más de contingencia. En Europa han comenzado ya a discutirse los planes para lo que muchos llaman la nueva normalidad: en España, el domingo pasado, los niños salieron a la calle después de semanas de encierro, mientras que Suiza ha presentado un plan que contempla el regreso a las escuelas y la reapertura escalada de negocios. Después de semanas y meses de encierro, si imaginarse volver a un restaurante resulta extraño, ¿qué sucede con viajar?
Estamos seguros de que el turismo se pondrá en pie, pero aquí lo complicado es adivinar cómo y cuándo. De entre todas las tendencias que se discuten allá afuera, hay una que suena más fuerte y que además hace sentido en esta nueva normalidad. Mucho escuchamos la frase de “no podemos regresar a lo de antes” y esto encierra mucha razón. Pongamos un ejemplo práctico. Hace tres meses muchos de nosotros no teníamos ni idea de la existencia de Zoom, y hoy es una herramienta que usamos varias veces al día. ¿A cuántas de las reuniones que asistimos ahora de manera virtual tendríamos que asistir de forma presencial? ¿Hace falta que tres personas crucen medio mundo para encontrarse en vivo cuando podrían hacerlo de manera virtual? Volver a evaluar muchas de las prácticas de antes es algo que será inevitable y nos beneficiará a todos, y que habrá que hacer en todos los aspectos de nuestra vida, los viajes incluidos.
Las ganas de viajar no van a desaparecer. De hecho estamos seguros que muchas personas saldrán del confinamiento con la misión de escaparse tan pronto como se pueda. Pero, debido a que cada país tendrá distintos procesos para salir del confinamiento y a que la movilidad internacional se verá muy afectada por estas restricciones, la vuelta al turismo local será la tendencia más generalizada.
No son los españoles los únicos que pronostican un boom en el turismo interno. Magdalena Giudici, de García Fernández Turismo, en Buenos Aires, me cuenta también que para ellos esta será la apuesta: aprovechar la gran infraestructura turística existente y los destinos naturales que ofrece el país, como Patagonia. “Vacaciones en casas privadas, hoteles más pequeños, moverse en coche y una gran cantidad de opciones naturales como Iguazú y Mendoza”. En México, agencias que hasta ahora habían operado más de cara al exterior, están repensando también su papel. Ana Paula Rosete, de Turismo Exmar, me cuenta que están trabajando desde ya en itinerarios y experiencias por México. “Lo que tienen estos itinerarios es que son viajes de social distancing: ninguno es hoteles grandes, o con mucha gente… todas las experiencias son en petit comité.” Tres de los itinerarios enogastronómicos que ya tienen armados ofrecen la posibilidad de viajar en pareja, en familia o con amigos y poner el foco en la cultura y la gastronomía local en destinos como Oaxaca, Valle de Guadalupe, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Las cosas sin duda están cambiando, y en esta nueva realidad encontramos también buenas noticia. Al vernos obligados a repensar la manera en la que hemos viajado en los últimos años, y a revaluar la huella y el impacto de nuestro desplazamientos, vamos a revalorar lo que tenemos como país. En Travesías ya estamos preparando un proyecto especial que pondrá todos los reflectores en el turismo local y en la riqueza cultural del país y todo lo que nos queda descubrir en él.