Uno de los impactos más fuertes para la industria de los viajes en la pandemia ha sido el cierre de fronteras y la cancelación de vuelos internacionales. La interconectividad —la facilidad para brincar de un país a otro a la que nos habíamos acostumbrado antes de la pandemia— fue en gran medida lo que causó que un brote de una enfermedad desconocida en Wuhan, una ciudad de más de 11 millones de habitantes y un importante nodo regional en la provincia de Hubei, en China, se extendiera en pocos meses a todos los rincones de mundo, para convertirse en una pandemia global. Hoy, a casi un año de esos primeros brotes, quizá sea la misma interconectividad entre países la que haga posible llegar a un marco internacional que logre que los niveles del turismo alcancen los niveles pre pandemia.
La pandemia actual ha golpeado a la industria turística en todo el mundo pero el impacto es distinto en cada país. Según datos de la OCDE, la lista de países en los que el turismo representa un mayor porcentaje en su PIB estaba liderada por España con 11%, seguida de Portugal con 9.2% y, en tercer lugar, México con 8.6%. La misma organización calculó en marzo de este año —cuando la pandemia apenas llegaba a México— que “las llegadas de turistas a los hoteles puede sufrir una reducción que va desde 4.3% a 7.7%, en relación con lo observado en 2019”, un estimado por demás optimista en el panorama actual, en el que los hoteles tuvieron que permanecer cerrados por meses para después abrir con sólo el 30% de aforo. Datos más recientes de Standard & Poors estiman que el tráfico aéreo de pasajeros se reducirá entre un 60% y un 70% a nivel global en 2020 frente al año anterior
¿Cómo retomar el ritmo?
Uno de los mayores esfuerzos para reducir las pérdidas y retomar los niveles es Common Pass, un proyecto en el que en julio de este año Commons Project, World Economic Forum y la Fundación Rockefeller convocaron a más de 350 líderes del sector público y privado de 52 países para que se unieran para diseñar un marco común para la reapertura segura de las fronteras.
Uno de los mayores retos que encontraron para viajar al extranjero fue el de confiar en un resultado de laboratorio o en un registro de vacunación de otro país, cuando cada uno tiene estándares diferentes. Ahí es donde entra Common Pass, una plataforma global para permitir que las personas documenten su estado de COVID-19 de manera electrónica y lo presenten al abordar un avión o cruzar una frontera. El estatus será definido por las regulaciones que establece la Organización Mundial de la Salud que pueden ir desde haber salido negativo en una prueba PCR, hasta, eventualmente, contar con la vacuna y poder demostrarlo mediante una aplicación en el celular.
Por parte de los viajeros, también significará la oportunidad de consultar las condiciones de entrada de diferentes países en un sólo lugar y en un sólo formato, haciendo la vida más sencilla para todos. La prueba piloto se está llevando a cabo, entre otras rutas, en los vuelos que van del aeropuerto de Newark a Heathrow y viceversa.
Es en el mismo aeropuerto de Newark en donde XpresSpa, que solía ser un spa para viajeros que tuvieran tiempo entre escalas, se convirtió en XpressCheck, un laboratorio que hace pruebas rápidas de COVID-19. Esto se suma a los esfuerzos de distintas aerolíneas que ofrecen pruebas de COVID-19 antes de abordar un vuelo para que la gente esté más tranquila sobre su salud al viajar al extranjero y así poco a poco ir recuperando los niveles de viaje pre pandemia. Pero aún falta un largo camino para eso, ya que según reporta el New York Times, el martes 6 de octubre cruzaron alrededor de 590,000 personas por el aeropuerto, a comparación de las más de dos millones que lo hicieron en la misma fecha el año pasado.
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Sobre Cambio de ruta
Pensar en el futuro de los viajes en una época en que el futuro cambia de un día a otro puede parecer improductivo. Sin embargo, a pesar de la pandemia, la gente sigue viajando. Cambio de ruta es una columna quincenal que aborda la experiencia de viajar con toda la incertidumbre de la actualidad, y explora iniciativas que apuntan al futuro de los viajes después del COVID-19.