1. Temas lentos, Alan Pauls
Bien conocido por su trabajo como novelista —El pudor del pornógrafo, Wasabi—, el escritor argentino registra en este libro obras de no ficción que realizó de finales de los noventa al 2012. En esta recopilación hay diarios, crónicas de viaje, columnas de opinión y trabajos periodísticos realizados entre España y Latinoamérica. La edición y selección de los textos estuvo a cargo de su compatriota y colega Leila Guerriero.
2. Perdidos en la traducción: cinco viajeros ilustres en el México del siglo XX, Michael K. Schuessler
Estas crónicas son peculiares. El autor es un académico y sus narraciones no son en realidad suyas… Se trata, por decirlo de alguna manera, de un falso documental. Ingenioso y bien investigado, este libro relata los viajes de cinco célebres viajeros en México: Howard Hughes, William S. Burroughs, Edward James, B. James y Marilyn Monroe. Esta primera incursión de Schuessler en la ficción fue afortunada y no recibió sino halagos de, por ejemplo, las escritoras mexicanas Rosa Beltrán, Mónica Lavín y Elena Poniatowska.
3. Salvaje, Cheryl Strayed
Un día, una mujer de 22 años decidió caminar más de mil kilómetros sola. Se había divorciado, su madre había muerto y ya no podía con los problemas derivados de su conducta destructiva. Así que fue desde México hasta Canadá atravesando Estados Unidos por la costa Oeste. Publicado en 2012, Salvaje es el relato de esos días de supervivencia.
4. Cinco viajes al infierno. Aventuras conmigo y ese otro, Martha Gellhorn. Además de ser “la esposa de Hemingway”, Gellhorn era una periodista ejemplar. Fue corresponsal de guerra y, en general, una nómada que cuando no se encontraba cubriendo un conflicto aprovechaba para conocer el mundo. Este libro reúne los que ella consideró sus peores cinco viajes. En su estilo radical, sarcástico y mordaz, habla de China, del Caribe, de Creta, de la URSS y de una travesía por África. Imperdible.
5. El libro de las maravillas, Marco Polo. Conocido también como Los viajes de Marco Polo, es un básico para los viajeros y un parteaguas para la crónica de viaje. Fue dictado por Marco Polo entre los años 1298 y 1299 y, al leer sus travesías, se entiende por qué es el viajero más famoso del mundo. No hay que dejarlo a un lado por estar “demasiado visto”. Es un libro básico que nos recuerda que ir de aquí a China no siempre fue tan fácil.
