Así se viajaba en la época dorada de los aviones
La fantasía de tener una fiesta dentro del avión era posible durante la Golden Age de estos pájaros de metal.
POR: Pamela Herrera
Imagina subir a un avión, sentarte en el sitio asignado, estirar tus piernas, disfrutar de un pay de moras y un trago para comenzar la aventura de conocer a las personas que están a tu alrededor.
Despegas en Los Ángeles, te diriges a Nueva York, y mientras zurcas los cielos, te sirven un buen plato de comida recién hecha, disfrutas de buena compañía y, por supuesto, luces tu mejor traje.
Eres libre de caminar por todo el avión mientras fumas un cigarro, y aún cuando la turbulencia está en su máximo punto y disfrutas de la comodidad de un baño con mucho espacio, toda una fantasía que en 1950 era posible.
Los aviones de la golden age estaban inspirados en los vagones de trenes, por eso el espacio en ellos era tan importante.
Todo un sueño, ¿no es así?
Primera Clase
La era dorada de los aviones fue entre 1950 y 1970, cuando la primera clase era un espacio abierto de networking, la oportunidad de aumentar tu cartera de clientes y proveedores estaba ahí.
En esa época, la cancelación de vuelos, los retrasos, la interminable fila de seguridad y migración no eran para nada como lo que conocemos ahora, pero… ¿era en realidad el mejor momento de la aviación?
Se presume que en el Boeing 747, la primera clase era exclusiva y algo que pocos podían costear, pero eso sí, durante los largos vuelos no había espacio para el aburrimiento.
Entre pláticas, negocios, comida caliente, tragos, música y un ambiente confortable, el vuelo representaba una parte esencial de la experiencia de viaje. Y no olvidemos que este avión estaba equipado con un par de habitaciones que incluían camas full-size.
Tan sorprendente como lo anterior es el hecho de que algunos vuelos en la década de los 70 contaban con música en vivo, pues un piano era parte del equipamiento del avión.
Una aventura para pocos
Hace 30 años los precios de los vuelos no eran como los conocemos ahora.
Una de las razones por las que viajar en los años 50, 60 y 70 era exclusivo era, por supuesto, el costo. De esta forma, tampoco debías compartir el avión con cientos de pasajeros, de ahí la amplitud a bordo.
Para 1978 hubo una ley de desregularización en los precios en las aerolíneas, es decir, a partir de ese momento cada aerolínea podía establecer sus precios y no estaban más bajo el control del gobierno; sin embargo, no fue hasta 2016 que las tarifas de los vuelos se redujeron en un 50%.
Fue entonces que los viajes aéreos pasaron de ser un servicio exclusivo para algunos a un transporte para muchos. Debido a esto, los aviones sufrieron modificaciones, entre ellas más asientos y menos espacio para estirar las piernas.
Un viaje en el tiempo
Después de lucir tu mejor traje, elegir tu asiento y estirar tus piernas, es momento de reflexionar sobre el tiempo que llevaba llegar a tu destino. Los vuelos directos no existían, si despegabas en Estados Unidos y te dirigías a Pakistán, te podía llevar dos días enteros arribar. ¿Llegaste tarde y perdiste el vuelo? Entonces vuelve a casa, el siguiente saldrá la próxima semana.
Por otro lado, si ibas de costa a costa, llegar a tu destino podía tomarte hasta 15 horas con, al menos, dos escalas.
Es verdad que los asientos gozaban de un amplio espacio y el ambiente era entretenido, pero ¿imaginas viajar durante 15 horas en medio de una nube de humo por los fumadores dentro de los aviones?
Hasta hace unas tres décadas era posible fumar dentro del avión, así que la nube crecía durante todo el trayecto. La prohibición de fumar dentro de los aviones llegó apenas hacia finales de los años 90.
Los cuestionamientos
Quizá puedes imaginar intentar tomar una siesta en una de las camas de Boeing 747 mientras escuchas de fondo la música del piano, aunque probablemente el aparatoso sonido del avión lo impediría.
Si repasamos la cantidad de accidentes aéreos de esa época –entre ellos los vuelos secuestrados– y reconocemos las estrictas reglas de seguridad de los aeropuertos, podemos considerar que ahora nuestra integridad está más protegida.
Tampoco podemos dejar de lado la gran oferta que tenemos ahora; si llegas tarde a tu vuelo, podrás tomar el siguiente que despega en 90 minutos, no la próxima semana.
Considerando el tiempo, las condiciones y el precio, se pone en duda la famosa “golden age de los aviones”. ¿No crees?
Aunque, para ser honesta, el espacio amplio, la comida caliente y las barras de postres son, definitivamente, algo que los vuelos actuales deberían considerar traer de vuelta.
Experiencias únicas en las alturas
En esa época ocurrían cosas que ahora parecen ser irreales, por ejemplo, los motores de los aviones se caían con frecuencia; si el otro estaba en perfecto estado y podía aterrizar de forma segura, la caída no se consideraba un accidente.
Existía un código de vestimenta, por lo que todos los pasajeros portaban sus mejores trajes para abordar un avión.
El entretenimiento era distinto y algunos aviones proyectaban una película para todos los viajeros, como una sala de cine en las alturas.
Si no había más plática, libros, periódicos o película, entonces el silencio reinaba en el avión (a excepción del ruido del motor).
Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero algunos afirman que la era dorada no ha terminado, solamente ha evolucionado.
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