Antes de adentrarnos en la información sobre los restaurantes, habría que aclarar algo: los panuchos –los de verdad, los originales– se acompañan con pavo o, en ausencia de éste, pollo, nunca con cochinita pibil. Ese es, más bien, un invento chilango. Otro dato: este guiso va húmedo, nunca caldoso. Si les sirven un plato lleno de agua y carne, disfrútenlo, pero tengan en mente que la mayoría de los yucatecos lo desaprueba. Ah, y más que en taco, la cochinita va mejor en torta con pan francés, un poco de frijol negro refrito, cebolla morada y salsa de habanero.

Ahora sí, a continuación les compartimos aquellos sitios en donde sí se come verdadera comida de esta región de la península mexicana.

Museo de la Gastronomía Yucateca

Este museo es único en todo Mérida; y es que además de comer delicioso, uno aprende mucho más sobre el quehacer gastronómico y milenario de Yucatán. Es, tal cual, un homenaje a dicho legado ancestral. ¿Qué recomendamos? Absolutamente todo pero, en especial, la cohinita pibil, que sí la preparan enterrada (como dicta la tradición).
Dónde: Calle #62, Centro, Mérida, Yucatán.
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Cochinita enterrada. Foto: Museo de la Gastronomía Yucateca.

Teya: Gastronomía Yucateca Viva

Teya está ubicado en la Hacienda San Ildefonso, una construcción del siglo XVII que presume exuberantes jardines y vestigios históricos. Aconsejamos pedir el chicharrón quebrado, el mucbilpollo enterrado (sólo por temporada), el frijol con puerco (sólo los lunes, porque así se acostumbra en las casas yucatecas: comerlo a inicios de semana) y el dulce de papaya con queso.
Dónde: Calle 60 Centro, Mérida, Yucatán.
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Papadzules. Foto: Teya.

Tacos y tortas Wayan’e

Escondido entre callecitas y con un discreto anuncio de comida, Tortas y tacos Wayan’e es una verdadera joya culinaria. Además de la típica cochinita, ofrecen una torta de castacán con queso en un pan (que no es bolillo ni telera), absolutamente deliciosa. Aquí solo reciben efectivo.
Dónde: Jardines de Lindavista, Mérida, Yucatán.

Torta de castacán con queso.

El Habanerito

Otro local chiquito, pero bastante cumplidor. Ubicado en la Ciudad de México, en El Habanerito uno puede acercarse a la gastronomía yucateca (y a muy buen precio). Recomendamos, sobre todo, el relleno negro, los panuchos hechos a mano, la sopa de lima y el agua de chaya. Por otro lado, lo mejor de aquí es que la cochinita se puede pedir para llevar (un kilo o más).
Dónde: Frontera 177, colonia Roma, CDMX
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Sopa de lima. Foto: El habanerito.

La Tradición

Como su nombre lo indica, este sitio es un punto tradicional de encuentro entre las familias yucatecas. Por suerte, hay una pequeña sucursal en la Ciudad de México en donde se sirve comida que se transporta al vacío desde la famosa Ciudad Blanca. Aunque el menú es mucho más breve que su matriz en Mérida, vale totalmente la pena. Recomendamos la torta de lechón y cochinita, las empanadas de chaya con queso de bola y los papadzules (el huevo sancochado sí está en su punto).
Dónde: Av Nuevo León 107, Hipódromo, CDMX
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Panuchos de pavo. Foto: La Tradición.

Cantina Riviera del Sur

Esta cantina presume una gran variedad de antojitos yucatecos, perfectos para compartir. Lo ideal es pedir un poco de todo para probar la mayoría de los platillos, entre los que destacan los chiles x’catic (que no pican), el chilmole, el taquito de lechón y el poc chuc, que es carne de cerdo marinada en naranja agria, acompañado de arroz y frijolitos.
Dónde: Chiapas 174, Colonia Roma, CDMX
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