Una sabana que se pierde en el horizonte, multitudes de manadas en libertad, las tribus que estuvieron ahí antes que nadie, los animales más asombrosos que ha conocido la humanidad. Estas postales forman parte de Kenia, un país famoso por ser hogar de los Maasai, Samburu, Turkana, entre otros. Así como por sus safaris llenos de elefantes, ñus y cebras que habitan, por ejemplo, la reserva de Masái Mara.
La nuevas monedas de Kenia
Esta riqueza natural endémica del país llena de orgullo a sus habitantes, por lo que el Banco Central de Kenia, tras tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos, decidió adoptar el tema silvestre en sus monedas. Y a partir de diciembre del año pasado las divisas de 1, 5, 10 y 20 chelines pasaron de tener las imágenes de expresidentes a mostrar cuatro animales que dan identidad a la nación.
The 20-shilling, 10-shilling, 5-shilling and 1-shilling, new generation coins. pic.twitter.com/BlvQvf7vRa
— Central Bank of Kenya (@CBKKenya) 12 de diciembre de 2018
Antes, en las monedas nacionales aparecían los rostros de antiguos gobernantes. El de Jomo Kenyatta, Daniel arap Moi y Kibaki. Sin embargo, a partir de ahora la gente podrá contemplar a una jirafa en la divisa de un chelín, a un rinoceronte en la de cinco, a un león en la de diez y un elefante en la de 20 chelines.
Kenia: un país de vida salvaje
Según el banco nacional del país africano, se trata de una expresión física de una nueva Kenia. Un país próspero que muestra respeto por el medio ambiente y la naturaleza. Para los sociólogos locales el hecho de que los habitantes del país hayan escogido a la fauna como símbolo de su moneda, habla de la preocupación que hay por sus ecosistemas. Un esfuerzo colectivo para preservar en el presente lo que no se sabe si habrá en el futuro.
Kenia empezó a realizar acciones de protección a la sabana y recuperó su vida salvaje tras prohibir y endurecer sus esfuerzos contra la caza furtiva. Esta práctica, ampliamente realizada durante los setenta y ochenta, se convirtió en un grave problema para los especímenes que habitan en el país.
A partir de ahí surgieron lugares como Laikipia y Masái Mara, un grupo de reservas privadas y comunitarias que fusionan el turismo con el desarrollo local y la conservación de la vida silvestre.
Kenia más allá de sus nuevas monedas
Las reservas naturales son el atractivo principal del país. Mount Kenya Safari Club, por ejemplo, fue uno de los primeros espacios del país que dio el brinco al lado de la conservación. Cuando el resto de los terrenos alrededor de la casa estuvieron a la venta, este espacio se transformó en un espacio único en África del Este, dedicado a preservar la vida salvaje.
Por otro lado, el Parque Nacional de Masái Mara y todas las áreas de conservación a su alrededor conforman un intrincado sistema que facilita que gobierno y comunidades administren de manera responsable el flujo del turismo, la distribución de los ingresos, las patrullas anticaza y los temas de ganadería. Pero estas distintas áreas no tienen barreras físicas, por lo que los animales se desplazan entre una y otra libremente. Tal vez, por eso, la mejor forma de entender la inmensidad del espacio y la gran cantidad de fauna que habita en ella es una travesía en globo aerostático.
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