St. Anthony, un hotel icónico para entender realmente San Antonio
Un hotel donde el diseño moderno se junta con cien años de historia.
POR: Paola Gerez Levy
Si nos dejamos guiar por los estereotipos, podríamos decir que San Antonio es un destino para ir principalmente de compras. Pero la verdad es que esta ciudad ofrece mucho más que eso. Una multitud de restaurantes con terraza, museos, numerosos parques y grandes hoteles que le permiten a los visitantes planear una estancia más larga. Un ejemplo de los anterior es el St. Anthony, ubicado en el centro de la ciudad texana.
Frente al parque Travis (apenas a 20 minutos del aeropuerto), este edificio histórico es una de las joyas clásicas de San Antonio. Abrió sus puertas en 1909 como uno de los primeros alojamientos de la región donde un cuarto costaba $1.50 dólares. Hoy es un hotel recién renovado, perteneciente a The Luxury Collection de Marriott. En su interior conserva diversos detalles que dan fe del pasado del sitio, como la herrería de las escaleras, la estructura original del lobby, los mosaicos de estilo “redondo” en los pasillos o los candelabros de la galería.
El hotel cuenta con 227 habitaciones y una Suite Presidencial en el piso 10. Todas las camas fueron diseñadas especialmente para el hotel y cuentan con un menú de almohadas. El baño está equipado con amenidades de la marca Byredo, de fabricación exclusiva para el St. Anthony. Por si esto fuera poco, cada cuarto tiene un sistema de iluminación inteligente donde todo se controla digitalmente.
Dentro de este alojamiento se pude hacer todo un recorrido culinario. Para desayunar y almorzar está Gallery on the Park, donde los huéspedes pueden comprar los cuadros que cuelgan de las paredes. Por su parte, en ReBelle hay una antigua cafetería del St. Anthony en la que se sirven especialidades de pescados y mariscos. Finalmente, para cenar y tomar algo se pueden visitar St. Anthony Club, Haunt Bar o Cabana Bar; en estos tres se preparan platillos de gastronomía estadounidense.
San Antonio es conocido por su agradable clima la mayor parte del año, sobre todo en verano. Por eso, vale la pena subir a la azotea en el piso 10 para disfrutar de St. Anthony Sky Terrace; una enorme alberca exterior y asoleadero con camastros. Durante la tarde, es muy agradable beber algo al aire libre y vista panorámica del centro.
Sin más, aquí les dejamos algunas recomendaciones para disfrutar al máximo del hotel.
Personaje clave
El St. Anthony no sería lo mismo sin la intervención de Ralph W. Morrison, un coleccionista que adquirió el hotel en los años treinta y se encargó de llenarlo de arte y esculturas de mármol traídas de Europa. Incluso mandó instalar un piano Steinway de 1927 en la galería principal.
Una habitación
La habitación Superior es un espacio idóneo para un viaje de hasta una semana. Vale la pena elegir aquellas que tienen vista al parque Travis. Este espacio, amplio y de estilo contemporáneo, se puede reservar con una cama king o dos camas queen; eso sí, tiene una chaise longue y un baño completo con tocador doble.
Detalle
En todos los espacios del St. Anthony uno puede ver elementos verdes, desde la alfombra o los cojines de los sillones hasta las letras en los menús. Este tono es Dorothy green, el color insignia del hotel que se usa en honor a la interiorista Dorothy Draper, quien colaboró en la ampliación del recinto durante los años cuarenta.
Espacio público
Uno de los sitios que mejor conservan su esencia antigua es el St. Anthony’s Club, ahora un bar. El suelo es de mosaicos originales de 1909 y de sus paredes de madera oscura cuelgan imágenes históricas del hotel.
Algo imprescindible
Hay que aprovechar la ubicación céntrica del St. Anthony. Lo mejor es que solo hay que caminar tres cuadras y un par de minutos para llegar al Riverwalk, el paseo que va a ambos lados del río San Antonio. Este tramo está lleno de restaurantes, cafés y tiendas.
Un platillo
Steak Frites, un plato que se pude pedir en The Gallery on the Park y consiste en un corte de res de siete onzas y añejado, que se sirve con una guarnición de papas fritas cortadas a mano, champiñones, ajo rostizado y un toque de mayonesa al cebollín.
Algo para beber
Lavender Lady, un trago que se prepara en el bar Haunt y que está inspirado en una de las leyendas místicas que habitan el hotel: cuentan por ahí que se hizo en honor a un espíritu que en teoría vive en la biblioteca. Éste se prepara con gin y esencia de lavanda, limón y prosecco.
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Foto de portada: cortesía The St. Anthony
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