Para conocer la riqueza cultural y arquitectónica de Brasil hay que visitar São Paulo, que además de ser el centro financiero del país, está lleno de edificios icónicos, rascacielos y joyas de antaño como la Catedral Metropolitana, que se encuentra entre los cinco templos góticos más grandes del mundo. Es también ahí donde se ubica el hotel Emiliano São Paulo con su diseño minimalista y ventanales que reflejan el cielo tropical.
Sobre la calle Rua Oscar Freire, flanqueada por árboles, pequeños comercios de diseño y restaurantes de talla mundial, el Emiliano São Paulo se impone con una estructura de concreto y vidrio. Detrás, se eleva el resto del alojamiento en una torre de cristales, desde donde se puede apreciar la influencia oriental en la decoración interior.
Lobby. Foto: cortesía Emiliano
El hotel cuenta con 56 cuartos y suites, cuyas camas está cubiertas por sábanas de algodón egipcio y almohadas de pluma de ganso húngaro. Casi todos los baños son de mármol italiano, y están equipados con tecnología japonesa.
En cuanto a los alimentos, el restaurante del hotel habla por sí solo. Bruno Berdu es quien cocina en el Emiliano, un espacio abierto y luminoso decorado con un jardín vertical. Ahí se sirve comida italiana contemporánea reinterpretada por el chef, tomando en cuenta ingredientes estacionales y locales. Para un bocadillo más casual y un trago refrescante, lo ideal es dirigirse al Lobby bar o bien al Champagne bar & Caviar, que cuenta con más de 80 etiquetas de champañas (la selección más completa en todo Brasil).
Restaurante Emiliano. Foto: cortesía Emiliano.
Champagne Bar. Foto: cortesía Emiliano.
Sin más, aquí les dejamos algunas sugerencias personales del hotel para que la estancia resulte lo más placentera posible.
Una habitación
La Cube Suite es el cuarto más cotizado del hotel gracias su peculiar ventanal en forma de cubo que sobresale de la vertical del edificio para ofrecer vistas panorámicas 180º de la ciudad. Dentro hay una alberca, una sala de estar, comedor y hasta un espacio para trabajar.
Cube Suite. Foto: cortesía Emiliano.
Personaje clave
Sin la creatividad y la visión del arquitecto Arthur Casas, el Emiliano no sería lo que es. El brasileño ideó una construcción moderna pero a la vez minimalista que combina armoniosamente con el resto de los edificios de la zona.
Espacio público
El spa Santapele es un oasis de relajación y desintoxicación en medio de la gran urbe paulista. Aquí destacan dos baños japoneses, una terraza exterior rodeada de bambú y un jardín vertical. No se puede dejar de solicitar un masaje shiatsu o alguno de los tratamientos de reflexología o aromaterapia.
Terraza del spa. Foto: cortesía Emiliano.
Algo imprescindible
Vale la pena salir del Emiliano São Paulo para conocer un poco del barrio Jardins, una zona emblemática de la ciudad. Tan solo pasear sobre la elegante y siempre verde calle Rua Oscar Freire, los huéspedes podrán encontrar una gran cantidad de concept stores, restaurantes internacionales, cafés y galerías de arte con oferta única.
Un detalle
Es imposible no notar una enorme instalación oscura que adorna el lobby. Se trata de la escultura Cocoon, del renombrado artista brasileño Siron Franco, la cual pende del techo cual capullo en reposo.
Cocoon. Foto: cortesía Emiliano
Algo para comer
El restaurante acaba de estrenar menú, así que vale la pena pedir la Emiliano Experience: una comida de tres a cinco tiempos entre cuyas opciones de platillos están el bisque de langosta o el robalo de Paraty.
Una bebida
Hay que probar el Beet Sour, un trago que sirven el bar del lobby. Este se prepara con bourbon, Brandy Osbourne, jarabe de betabel, clara de huevo y un toque de limón.
Encuentra más información aquí emiliano.com.br
Foto de portada: cortesía Emiliano
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