Los teléfonos inteligentes (smartphones) son nuestra referencia más inmediata a la Inteligencia artificial (IA). Los lanzamientos de nuevos modelos cada año son sólo un recordatorio de que siempre se puede más. Más velocidad, más funcionalidades, más capacidad de aprendizaje. Hoy no sólo tomamos mejores fotos (gracias a cámaras cada vez más inteligentes), sino también, cada vez más, estos dispositivos crecen y mejoran su desempeño de la mano de sus usuarios. Si ahora nos recomiendan los restaurantes cercanos a nuestra ubicación u organizan nuestra agenda, en un futuro podrían ser acertados asesores personalizados de viajes o de citas médicas.
La inteligencia artificial es lo que hace a nuestros smartphones dispositivos imprescindibles para nuestras tareas de trabajo u ocio. Y lo serán más cuando la quinta generación de redes móviles (conocida como 5G) —y que lleva años en desarrollo— se vuelva una realidad más cotidiana. Gracias a la velocidad de conexión, esta red será capaz de mantener conectados a innumerables smartphones, así como a autos, casas, electrodomésticos y otros objetos. Los límites entre lo físico y lo digital se integrarán en formas todavía más difusas. Y nuestros smartphones serán los primeros que notarán esa diferencia.
La firma china de tecnología Huawei es uno de los principales impulsores en el desarrollo de infraestructura de 5G, así como de dispositivos capaces de conectarse a esta red. El Mate X, lanzado en octubre de 2019, posee un chip Balong 5000, fabricado por la propia empresa y también uno de los primeros de su tipo, que funciona como una suerte de módem para soportar desde la red 2G hasta la 5G. Por si fuera poco, el Mate X es también uno de los primeros teléfonos inteligentes capaz de doblarse, una tendencia que se observa en los dispositivos de otras firmas.
La inteligencia artificial sólo hará de nuestros smartphones entidades más inteligentes que no vamos a querer soltar, por lo que hay que seguirles la pista.
