Alguna vez Shakespeare escribió un soneto en el que anunciaba que el amor verdadero era tan confiable como la estrella que usaban los barcos perdidos en el océano. Y es que antes de los satélites y la geolocalización, antes incluso de las brújulas, se usaba el cosmos. Porque aunque el cielo nocturno parece estar poblado de millares de puntos de luz idénticos, no todos son iguales.
Entre ellos, existe uno que sirvió de guía para todo un hemisferio: hablamos, claro, de la poderosa Estrella Polar.
Encontrar un norte: la importancia de la estrella Polar
A lo largo del año, la Tierra gira alrededor del Sol. Durante este movimiento, nuestro planeta se aleja o acerca a determinadas estrellas y aunque no nos percatemos, el cielo nocturno se transforma a lo largo de las horas. Sin embargo, la estrella polar está casi perfectamente alineada con un polo, por lo que parece que siempre está en el mismo sitio. De hecho, la posición de dicho astro prácticamente no cambia nunca, por lo que es la mejor manera de ubicarse si uno está perdido.
Además, es la estrella más brillante del cielo nocturno y es la más cercana al polo norte pues se ubica a sólo un grado de distancia de él. Gracias a estas características, los navegantes del pasado la buscaban y cuando la encontraban sabían por dónde podrían llegar al norte y deducir dónde estaban los otros puntos cardinales.
Ubicar el norte es tan importante que incluso la expresión tener un norte se usa hoy en día como sinónimo de saber a dónde ir. Mejor aún, la estrella polar es un astro muy fácil de localizar ya que es la última de las siete estrellas que componen a la Osa Menor. Esta constelación es muy reconocible gracias a su forma de cántaro.
Las estrellas también se mueven
Aunque ante nuestros ojos el cielo parece un paisaje estático, los astros también se mueven. Quizá por eso, es importante destacar que el nombre “estrella polar” es más bien un título ya que lo importante es el espacio en el que se ubica. La que conocemos hoy en día como tal, es una estrella llamada Polaris o Ursae Minoris. Este astro ha permanecido en su sitio desde hace más de 2 mil años, pero no siempre fue así. Hace 5 milenios los antiguos egipcios usaban como estrella polar a Thuban.
Se estima que para el año 3,500 habrá un nuevo cambio, y entonces Errai será la nueva Polar. Por lo pronto, Polaris es una estrella amarilla de tipo súpergigante que es 45 veces más grande que el Sol y 2440 veces más brillante.
Medir distancias usando el cielo
Además de servir para localizar el norte, las estrellas podían dar más información a aquellos que sabían cómo leerlas. Para esto se utilizaban instrumentos tales como el sextante y el astrolabio. Estos objetos ayudaban a determinar la altura del lucero y su posición en el cielo. Gracias a estas herramientas, los navegantes localizaban la posición de un barco en el océano.
Este astro se puede ver únicamente desde el hemisferio norte del planeta. En el hemisferio sureño, el camino al Polo Sur lo muestra la constelación de la Cruz del Sur. Afortunadamente si uno está justo en la línea del Ecuador, es posible ver tanto la Estrella Polar como la Cruz del Sur. Así, y aunque hoy en día todos usemos nuestros celulares y computadoras, es bueno recordar que las estrellas también pueden guiarnos.
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