Seis experiencias imprescindibles en Holbox
La isla con playas de arena blanca como la porcelana.
POR: Redacción Travesías
El turismo en masas no ha llegado a este afloramiento rocoso en el noroeste de Quintana Roo, fundado en 1873 por una pandilla de antiguos piratas. La pesca sigue siendo el sostén principal de la economía local, aunado al ecoturismo. Del lado sur están los manglares en un santuario de flora y fauna y las aguas tenebrosas de una laguna subterránea que aparentemente le dio nombre a la isla: Holbox significa “hoyo negro” en maya.
Fotos aéreas muestran que la masa de tierra que mide 2 kilómetros de ancho y 42 de largo es casi una península, separada de la masa principal de México por la laguna Yalahau, de poca profundidad, cuya agua dulce sostuvo a los isleños por generaciones.
Hoy en día ese cuerpo de agua es un refugio para la diversa fauna aviaria. En el lugar donde la laguna se mezcla con el agua de mar, crecen minúsculos crustáceos que atraen a bandadas de flamencos y mantienen su coloración rosada.
Dónde comer
- Maja’che
Manjares yucatecos y mexicanos y creativas opciones vegetarianas hacen que este restaurante valga la pena a pesar de sus altos precios. Los amantes de los mariscos disfrutarán de pescado recién bajado del barco.
Chacchi s/n esq. Playa Norte (en el Xaloc Resort); (984) 875 2160.
- Pizzería Edelyn
El chef Miguel ha hecho famosa la delgada pizza de langosta rebosante de queso y ajo. Otras opciones incluyen ceviche y pastas con salsas de pescado o carne. Este relajado restaurante, también reputado por sus excelentes margaritas, se encuentra en el rincón sureste de la plaza principal. Parque Central.
Qué visitar
Se puede llegar fácilmente en lancha a los islotes periféricos, Isla de Pájaros e Isla Pasión. Como su nombre lo sugiere, la primera es un área protegida para nuestros amigos plumíferos, desde cormoranes hasta garcetas. La Isla Pasión es una isla desierta que parece de cuento: la playa aislada por excelencia. Para proteger a sus residentes alados, los visitantes no pueden pisar la Isla de Pájaros, pero pueden apreciar su rica vida natural desde dos miradores. Aproximadamente 155 especies de aves residen en o visitan este santuario incluyendo fragatas, garcitas blancas, pelícanos blancos y garzas pico de bota. Los flamencos se pueden ver en la laguna de Yalahau.
Otras atracciones, además de descansar en las hamacas, incluyen un corto viaje en lancha al ojo de agua rodeado de selva en Yalahau. Es posible remojarse en las aguas ricas en minerales donde se dice que se bañaban los reyes mayas. También existe la posibilidad de viajes de pesca deportiva y de snorkel a lo largo del año y la opción de nadar con tiburones ballena entre mayo y septiembre.
Dónde dormir
Este hermoso hotel boutique pertenece a la escritora cubana Sandra Pérez, quien estuvo casada con su compatriota, el compositor Pablo Milanés). Piezas de arte caprichoso y artesanías mexicanas colorean las 20 habitaciones diseñadas con muy buen gusto.
Calle Igualdad s/n, Playa Norte; (984) 875 2171.
“Rústico chic” es la mejor descripción de este íntimo hotel con 18 búngalos. Su ubicación cerca de la playa pública hace que se oigan los carritos de golf y turistas que pasean, pero es un lugar muy agradable. El restaurante es muy recomendable.
Chacchi s/n, esq. Playa Norte; (984) 875 2160.
Este pequeño ecohotel cuenta con seis acogedores búngalos y ocho habitaciones con techos de palapa esparcidos por la playa. Todos tienen vista al mar, están decorados de forma ligera y airosa y vienen equipados con hamaca en la sombra. Algunos ofrecen aire acondicionado por un costo adicional. El hotel cuenta con alberca, bar con luz de vela y un restaurante que sirve pescado fresco y cocina regional.
Paseo Kuka s/n, Playa Norte; (984) 875 2167.
Con 46 habitaciones, este es uno de los hoteles más grandes de la isla. Todas son consideradas suites y están en una casa de playa de uno o dos pisos con techo de palapa.
Av. Plutarco Elías s/n; (984) 875 2062.