Paseos para disfrutar el otoño de Vancouver
¿Todo listo para el primer viaje de regreso a Canadá? Aquí algunas ideas para pasear al aire libre, lejos de las multitudes, y disfrutar el otoño vancuverita.
POR: Diana Solano
Hay pocos destinos tan adecuados para volver a viajar como Vancouver. Esta ciudad tiene decenas de espacios al aire libre en los que siempre hay algo por hacer, sin importar la época del año. Además, fuera de las restricciones normales, la mayoría de los parques y jardines están abiertos al público, listos para ser redescubiertos.
Queen Elizabeth Park: caminar entre árboles y flores
Uno de los principales espacios verdes en Vancouver es el Queen Elizabeth Park, que, por su ubicación —justo en medio de la ciudad y en su punto más alto—, ofrece panorámicas espectaculares, entre las más fotogénicas de este viaje. Quienes lo visiten en otoño podrán ver la increíble gama de colores que ostentan sus 1,500 árboles nativos y exóticos, así como una asombrosa variedad de flores, entre las que destaca el jardín de rosas. Hay que aprovechar esta visita para entrar al Bloedel Conservatory, bajo cuyo domo vive un cententar de especies de aves y 500 de flores y plantas exóticas (y es un espacio calientito, perfecto para guarecerse un instante de la lluvia otoñal).
VanDusen Botanical Garden: verde por doquier
A 20 minutos a pie desde Queen Elizabeth Park se encuentra el VanDusen Botanical Garden que, aunque de momento no ofrece visitas guiadas, es una oportunidad inigualable de sumergirse en la naturaleza. Tiene nada menos que 8,000 especies vegetales, incluido un jardín de plantas comestibles de todo el mundo, plantas medicinales y un bellísimo laberinto de cedros.
Stanley Park: el pulmón de Vancouver
Todas estas visitas son fascinantes, claro, pero ninguna es tan importante en este viaje como Stanley Park, el parque urbano más grande del país, en cuyas 400 hectáreas cabe todo tipo de actividades. Puedes rentar una bicicleta (hay varias opciones en la calle Denman) y recorrer sus senderos bordeados por el mar, visitar el acuario, hacer una caminata hasta sus playas o, mejor, instalarte en alguna de las áreas designadas para pícnic.
Debido a las constantes actualizaciones en las medidas sanitarias, estos sitios aún no están al 100% de ocupación. Asegúrate de adquirir tus entradas con tiempo para no quedarte fuera y, conforme se acerque la fecha de tu viaje, visita directamente sus sitios web, por si hay cambios en los programas o restricciones adicionales. El uso de cubrebocas es requerido en espacios cerrados y puede haber áreas designadas para comer. Además, muchos lugares, por motivos de higiene, sólo reciben pagos con tarjeta. En este link puedes ver las reglas de oro de British Columbia.
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