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Staycation: tres hoteles para redescubrir la Ciudad de México

A veces, viajar es dejar que los expertos se encarguen de la experiencia y de los espacios; dejarse consentir y tener todo a la mano. En el caso de la Ciudad de México, estas tres opciones proponen un plan infalible.

POR: Diego Parás

Explorar una ciudad de la mano de un local es uno de los mejores escenarios al viajar. La oportunidad de conocer un destino con una mirada fresca y sin estereotipos; alejarse de las trampas para turistas y descubrir lugares mucho más auténticos. En mayor o menor medida, todos hemos sido ambos, el viajero y el local. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el plan es (re)conocer nuestro hogar, la Ciudad de México?

Ante la cada vez más grande y variada oferta de opciones de hospedaje, los hoteles han tenido que evolucionar y posicionarse como un punto clave en el flujo turístico de las ciudades. Viajar no siempre es salir a conocer todos los museos o probar todos los restaurantes; a veces, viajar es dejar que los expertos se encarguen de la experiencia y de los espacios; dejarse consentir y tener todo a la mano.

Hoy, más que nunca, los hoteles son el mejor punto de partida para redescubrir la ciudad propia; el cada vez más popular concepto de staycation. En el caso de la Ciudad de México, estas tres opciones proponen un plan infalible.

 

Círculo Mexicano

 

Foto Fabián Martínez.

Una de las grandes victorias para un viajero es encontrar un hotel bueno, bonito y bien ubicado. Círculo Mexicano, la propiedad más reciente de Grupo Habita, se sitúa en un edificio residencial del siglo XIX (en el que creció el fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo). Despertar a tan sólo una cuadra del zócalo le permite al viajero conocer el Centro Histórico con calma, antes de que abran todos los negocios y la calle se inunde de gente (una cara poco conocida de esta zona de la ciudad). Después del paseo matutino, uno puede volver para descansar en el hotel, cuyo proyecto arquitectónico —a cargo de Ambrosi | Etchegaray— contempló que 18 de las 25 habitaciones tuvieran patio propio, mientras que el resto cuenta con un balcón y vistas excepcionales de la catedral metropolitana. Para rematar la experiencia, hay que visitar la planta baja, que fue concebida como un mercado contemporáneo que reúne ofertas de artistas y diseñadores mexicanos.

Foto Fabián Martínez.

El espacio: como ya es costumbre, la estrella del hotel de Grupo Habita es la terraza. con una de las mejores vistas de la catedral, el espacio abierto invita a disfrutar la alberca en un día soleado en la capital. En la noche se puede degustar una selección de vinos orgánicos, mezcales y aguas frescas en el restaurante Ona Le Toit, a cargo del chef Romain Tischenko y la sommelier Ioulia Gourieva. 

Camino Real Polanco

 

Foto Diego Berruecos.

Un clásico de la Ciudad de México que probablemente muchos capitalinos conocen, pero en el que pocos se han hospedado. El Camino Real de Polanco en la Ciudad de México nació para recibir a los viajeros durante los Juegos Olímpicos de 1968 y, gracias a elementos como la celosía rosa de la entrada y la fuente circular que ésta esconde, se convirtió en una de las obras emblemáticas del arquitecto mexicano Ricardo Legorreta. La ubicación del camino real, justo entre Polanco y reforma, es la oportunidad perfecta para redescubrir la Primera Sección de Chapultepec, al igual que los museos, restaurantes y tiendas de la zona, aunque siempre es tentador dejarse consentir por el gran servicio del hotel y darse la oportunidad de recorrer sus espacios.

El espacio: la alberca se esconde en un jardín frondoso —muy al estilo Barragán— y rodeado por la fachada amarilla del hotel. Aquí, uno olvida que está en una de las zonas más transitadas de la ciudad y se antoja pasar una tarde (o dos) en sus camastros.

Foto Diego Berruecos.

Sofitel Mexico City Reforma

 

Foto Diego Berruecos.

Escaparse a Sofitel durante un fin de semana es un cambio de alturas, literalmente. con tres bares (destaca Cityzen, en el piso 38) y dos restaurantes que mezclan la gastronomía mexicana con la mediterránea, Sofitel evita la necesidad de volver a bajar a la realidad de la ciudad, sin embargo, su ubicación sobre reforma hace que un paseo sea tentador. A diferencia de los otros hoteles en la lista, esta propiedad tiene una clara personalidad francesa, así que la sensación de estar de viaje es aún mayor. Con 10 tipos de habitaciones y suites, hay una opción para cada viajero que esté en busca de una de las mejores vistas de la Ciudad de México. 

El espacio: ubicado en el piso 39, el spa ofrece un menú de tratamientos que mezclan técnicas ancestrales mexicanas con la innovadora filosofía cosmética de L’Occitane. además, la alberca (en el piso 38) ofrece una gran atmósfera de relajación.

 

 
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