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Ser Casasandra, relajación absoluta en Holbox

En la punta de la Península de Yucatán, donde el Golfo de México y el Mar Caribe se encuentran, está la isla de Holbox. Aquí no hay coches sino carritos de golf, los topes son cuerdas, hay más naturaleza que humanos y el tiempo pasa con otro ritmo.

POR: Sofía Viramontes

Holbox es parte de la reserva de la biósfera y Área de protección de Flora y Fauna Yum Balám, lo cual la convierte en un refugio natural de especies en peligro de extinción así como amenazadas. Los menos de dos mil habitantes de Holbox se abocan a la protección de la biodiversidad, lo cual hace de estos 55,95 km2 territorio un santuario.

Holbox es una isla tranquila en donde la actividad principal —además del turismo— es la pesca.

A unos cuantos metros de la playa principal se encuentra Ser Casasandra, un hotel boutique lleno de plantas, terrazas de madera y techos de palma. En su origen, este lugar era la casa de la artista Sandra Pérez Lozano, que la diseñó para ser un lugar de calma, reencuentro e inspiración.

A pesar de ser un hotel boutique, Ser Casasandra tiene una infinidad de lugares para relajarse.

En Ser Casasandra intercambiaron las televisiones, radios y relojes por camas deliciosas, cortinas de algodón orgánico y regaderas hechas de conchas marinas. Hay piezas de arte únicas y seleccionadas especialmente para el espacio que ocupan. Ojo, el restaurante es considerado uno de los mejores de la isla según The New York Times; sirven comida cubana, en honor al país natal de la fundadora del hotel.

Como tributo al lugar de origen de la dueña, la comida servida en el hotel es cubana.

Aunque en esta isla lo ideal es no hacer planes y nada más dejarse llevar por las inercias, hay una actividad que es imperdible. En los meses de verano, las corrientes de los océanos colindantes hacen que el plancton y necton que comen los tiburones ballena suba a la superficie del agua. Los gigantescos animales llegan a alimentarse a pocos kilómetros de la costa de la isla, por lo que es posible acercarse y nadar con ellos.

Lo único que hay que hacer es hacer la reserva del paseo, lo cual se resuelve fácilmente en la recepción de Ser Casasandra. La actividad se hace con mucho cuidado y respeto, tanto para los tiburones como para el resto de los seres vivos y elementos que están involucrados.

 

Ser Casasandra

Holbox, Quintana Roo

casasandra.com

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