No es muy pretencioso decir que en Berlín el arte forma parte de las calles. Desde galerías, street art, hasta monumentos simbólicos, las distintas creaciones se meten constantemente en la vida cotidiana de visitantes y locales. Un ejemplo de esto es, sin duda, La isla de los Museos; un espacio ubicado en el corazón de la ciudad, sobre el río Spree, que alberga cinco de los recinto artísticos más importantes del país: el Pérgamo, el Antiguo, el Nuevo, el Bode y, por supuesto, la Antigua Galería Nacional.
Aunque todos estos sitios son únicos e indispensables, el Museo de Pérgamo es el favorito de la gente ya que es el más visitado de los cinco. Y es que su colección es bastante curiosa, entre otras cosas porque sus mayores tesoros no son pequeños objetos antiguos, sino grandes reconstrucciones arquitectónicas de civilizaciones del pasado. De hecho, la pinacoteca del sitio es de las más importantes en cuanto a arte oriental ya que cuenta con 270 mil piezas de las culturas Siria, Mesopotamia y Anatolia.
En honor a todo lo que tiene para ofrecer este recinto, hemos seleccionado 10 obras claves que no pueden pasar desapercibidas en una visita a la capital alemana.
La puerta del mercado romano de Mileto
Esta construcción fue creada durante los dominios del emperador Adriano y es una de las piezas mejor conservadas del museo. Como su nombre lo indica esta era la entrada al mercado de la ciudad de Mileto, la cual se encontraba en la actual Turquía. Es importante recalcar que durante su época de esplendor se trataba de un recito lleno de colores que se fueron perdiendo con el paso del tiempo.
El altar de Pérgamo
También conocida como el altar de Zeus, esta reconstrucción no es sólo una de las más impresionantes del museo, es también la que le da el nombre al lugar. Se trata del edificio principal de lo que fue una de la ciudades más prósperas de la Antigua Grecia (Pérgamo) la cual se encontraba en lo que hoy es Asia Menor.
La puerta de Ishtar
Se trata de una de las ocho entradas a la ciudad de Babilonia. Esta puerta en particular estaba dedicada a la diosa del amor y la guerra, Ishtar y en sus paredes se pueden encontrar leones, toros, dragones y demás figuras mitológicas. Uno de los grandes atractivos de esta pieza son sus ladrillos de adobe y lapislázuli que dan a la construcción un hipnótico color azul.
La Fachada de Mushatta
Esta es la fachada del palacio de Qusair Mushatta, el cual perteneció a la civilización islámica de los Omeyas. Esta pieza arquitectónica llegó al museo gracias a que fue un regalo a Alemania por parte del pueblo Jordano a principios del siglo XIX, sin embargo, la donación sufrió varios daños durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Kudurru del rey Marduk-apla-iddina I
Esta piedra es un documento legal que conmemora la concesión de tierras por parte del rey babilónico Marduk-apla-iddina I a uno de sus fieles siervos. Gracias a sus inscripciones se puede saber que esta transacción se hizo en el séptimo año de gobierno de este monarca, además, se puede notar que el plebeyo es más bajo que el rey para respetar su jerarquía y que su mano se encuentra levantada en señal de respeto.
Victoria del rey Esarhaddon de Asiria
El monumento fue encargado por el rey asirio Esarhaddon para celebrar el triunfo del conflicto bélico contra Taharka en el 671 a.C. En esta pieza se encuentra una inscripción que dice: “Quienquiera que saque esta estela de su lugar, borre mi nombre escrito y escriba su propio nombre, puede hacer de Ishtar, la amante de la batalla, de una mujer y dejar que se siente a los pies de sus enemigos”
Estatuilla de persona rezando
Esta pieza pertenece a la colección de ofrendas halladas en el templo arcaico Ishtar de Assur. Dentro del sitio se encontraron varias figuras similares que permanecían con las manos juntas en posición de oración, sin embargo, esta fue una de las mejores preservadas. Respecto a esta figura algunos expertos piensan que se hizo en representación de las personas que rezaban.
Prisma de Tiglat Pilesars I de Asiria
Por lo general estos prismas tenían el objetivo de dar instrucciones para la construcción de templos. Actualmente su valor histórico va más allá, ya que además de poner reglas se elogiaba en ella al cliente, lo que sin duda nos da una mayor idea de esta civilización. Esta pieza es la más conservada y sus inscripciones informan sobre las hazañas militares de Tiglatpilesar I.
El Salón de Alepo
La colección de arte islámico dentro de este museo es sorprendente y uno de sus mayores tesoros es este salón de la casa de un mercader cristiano de Alepo (actual Siria). La pieza se encuentra en un excelente estado de conservación ya que que aún se puede apreciar el detalle de sus paneles de madera pintada.
La Cúpula de la Alhambra
Dentro de este museo se encuentra un pedazo de la Alhambra en Granada, España. Para ser precisos, de la Torre de las Damas. Esta pieza está realizada en estuco y en ella se encuentran lacerías planas que contrastan con relieves muy complejos, así como distintas inscripciones.
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