Situado en la zona costera del estado de Guerrero, Ixtapa-Zihuatanejo combina el lado moderno de Ixtapa —resorts, hoteles de lujo y campos de golf— con la calidez del pueblo pesquero de Zihuatanejo. Además de descansar en sus playas —como La Ropa, El Palmar y Las Gatas—, el snorkel y el avistamiento de ballenas jorobadas son algunas de las actividades que no hay que dejar pasar.
A poco más de cuatro horas de Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo es considerado por algunos como el “binomio del Pacífico”. Desde su concepción como centro turístico en la década de los setenta, este destino se ha convertido en un favorito de viajeros nacionales y extranjeros gracias a sus playas, entre ellas La Ropa, El Palmar y Las Gatas, perfectas para descansar y disfrutar del atardecer. En casi todas, además, se ofrecen actividades acuáticas, como paseo en kayak, snorkel y pesca deportiva.
La Isla Ixtapa (que más bien es un islote) es uno de los paseos imperdibles. Para llegar hay que tomar una embarcación desde Playa Linda, en un trayecto que dura alrededor de 10 minutos. La isla tiene cuatro playas, Cuachalalate, Varadero, Coral y Carey. La más popular es Cuachalalate, cuyo nombre hace honor a un árbol medicinal. Junto con Varadero, es una de las consentidas de las familias que viajan con niños, por su oleaje tranquilo.
Ixtapa-Zihuatanejo es considerado por algunos como el “binomio del Pacífico”.
Para explorar la colorida vida marina hay que ir a playa Coral, donde se puede practicar snorkel; finalmente, playa Carey (conocida por los locales como playa Sacrificio) es perfecta para quienes buscan silencio y privacidad. De diciembre a marzo vale la pena ir a Barra de Potosí, un pueblo pesquero a 30 minutos de Zihuatanejo. Allí se puede tomar un tour en lancha para el avistamiento de ballenas jorobadas, provenientes de las aguas de Baja California.