Los aguacates son una de las joyas frutales que México ha dado al mundo. Y aunque su sabor y color han acompañado a las tradiciones culinarias del país desde hace siglos –se cree que el guacamole se prepara desde tiempos prehispánicos–, su popularidad ha crecido exponencialmente en los últimos 30 años y ha demostrado ser un ingrediente esencial tanto en platillos caseros como para la cocina contemporánea. Este fruto es tan versátil, que incluso existe un restaurante en Michoacán que ha confeccionado la totalidad de su menú en función del aguacate y todos las texturas que puede tener.
Gratissima, el restaurante del aguacate en Uruapan
Dicho establecimiento ofrece, desde su apertura en 2017, una enorme variedad de platillos originales, pensados desde la textura, el color y la consistencia de la fruta mexicana. Desde sopas verde claro hasta truchas que están acompañadas por un espiral de aguacate tan delicado y tan simétrico que hasta da pena partirlo con el tenedor. Como si fuera poco, los postres –malteadas, flan– también llevan al fruto arbóreo como ingrediente principal.
Hay que destacar que aquí los tipos de aguacate michoacanos no sólo son guarniciones, sino que también se transforman en bebidas que acompañan al día. En la mañana, por ejemplo, se puede pedir un smoothie de fruta fresca de temporada y aguacate, mientras que en la tarde uno puede incursionar en creaciones como la cerveza de aguacate: Avocado y sus cuatro tipos de ale, que se fabrican en conjunto con Cervecería Cupatitzio.
Además de rendirle un homenaje al aguacate, Gratissima –cuyo nombre deriva del término científico del aguacate, persea gratissima– cuenta con una ubicación privilegiada, ya que está a pocos pasos del Parque Nacional Barranca del Cupatitzio y al otro lado de la calle del hotel Mansión del Cupatitzio, uno de los más famosos de la ciudad. Dicho eso, las preguntas a dónde dormir y dónde comer en Uruapan quedan resueltas.
El Parque Nacional Barranca del Cupatitzio
Localizado en el extremo noroeste de Uruapan, esta área natural es una de las más pequeñas del país; abarca apenas 450 hectáreas –para referencia, el Parque Nacional más grande de México, Islas Revillagigedo, tiene una superficie de casi 15 millones de hectáreas–. Debe su nombre al río Cupatitzio que surge aquí, en el manantial Rodilla del Diablo, y fluye hasta encontrarse con el Balsas.
Los visitantes de Uruapan pueden pasear por el parque La Camelina, una red de senderos de piedra enmarcados por vegetación selvática y acompañados del incesante ruido del agua corriendo. A lo largo de los caminos aparece de repente un quiosco, luego un tramo de escaleras, miradores; incluso se puede llegar hasta la cascada del Gólgota (y tal vez terminar con un buen desayuno en la casa del aguacate.
Comer en la cuna de los aguacates en México
No es coincidencia que Gratissima esté aquí, pues Michoacán –que en 2019 cosechó 1,725,000 toneladas– contribuye con entre el 80 y 85 por ciento de la producción nacional de este fruto. Si bien los árboles de aguacate son una constante en el paisaje del estado, a excepción de la costa, se ha designado al área entre Cotija y Zitácuaro como la franja aguacatera.
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Foto de portada: cortesía Gratissima
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